lunes, 21 de marzo de 2016

Bad Religion: sonido inoxidable de punk




Con más de 30 años de punk rock, Bad Religion son una de las bandas más influyentes en este género. Con su más reciente álbum, True North, que fue lanzado a principios de 2013, Bad Religion ha demostrado una vez más que tienen mucho que aportar todavía. Canciones que son melódicas y explosivas que significan más que una simple canción punk son parte del sello de los angelinos. Actualmente se encuentran en un momento bien particular; el guitarrista Greg Hetson, uno de sus miembros que llevaba más tiempo en el grupo, dejó a Bad Religion el 2013, al igual que Brooks Wackerman, que fue baterista de la agrupación durante una década hasta octubre pasado, y que estuvo en la quinta edición del Lollapalooza acompañando a la superbanda del bajista Robert Trujillo, Mass Mental.
Pero esas bajas tampoco han significado un inconveniente sin solución, ya que Mike Dimkich y Jamie Miller en guitarra y batería respectivamente han podido reemplazar adecuadamente y proyectar una energía en la banda para poder continuar esta etapa con todo el talante por el que es conocido Bad Religion. Y ad portas de su sexta presentación en Chile, cerca de las 4:15 pm en uno de los escenarios principales, el ITAÚ Stage, se divisaba el crossbuster en el fondo del escenario,  y “21 Century (Digital Boy)”fue seguida de un “Bienvenido, esto es Bad Religion” en español. “Hace mucho que no nos veíamos, 2 o 3 años más o menos” decía Greg Graffin, quien ha sido el vocalista y ente compositor del grupo angelino desde su formación.
“New America”, que se desprende de The New America del 2000 continuó con el jolgorio y toda la audiencia coreando y saltando. El oldschool “Do What You Want” mantuvo el fervor. “Quienes nos han visto antes conocen esta canción”, espetaba Graffin antes de interpretar ese clásico de 1988. El mosh era algo que no podía faltar en un show de BadReligion, algo no muy común dentro del festival, asunto que fue criticado también porque pagar tanto (como sucede con Lollapalooza) para ir a ver a un grupo punk como que no van muy de la mano.
“Los Angeles is Burning” y “You” sobre todo ésta última, perteneciente al No Control y popularizada por el videojuego Tony Hawk’s Pro Skater 2 marcaban uno de los momentos altos de la tarde, siendo completamente cantada por los fans. Y como era un show enfocado en los hits por el poco tiempo, “Infected”, la cual ya adquirió la etiqueta de himno, generó el climax, que antecedió a “Sorrow” del 2002, uno de los último temas y que hacía sentir lo rápido que se había pasado la hora.
Los slam, circlepit , etc, eran la postal que se mantuvo durante todos los temas del set list de esa tarde que difícilmente se borre de la memoria de los presentes. Una real retrospectiva por la carrera de esta agrupación que se encumbra por los 35 años de trayectoria.
El encargado de cerrar de la mejor manera los moshpit interminables fue la tremenda “American Jesus” del RecipeforHate, con una euforia bastante aguda, porque aunque no fuera un show punk propiamente tal, el entusiasmo no venía solo del público porque verlos en un escenario de este festival significaba toda una novedad.
No fue el usual concierto largo al que se está acostumbrado a ver, y por eso fue un show más bien enfocado en hits, pero de todas maneras toda alma que estuvo presente en el ITAÚ Stage disfrutó a este histórico grupo del más puro punk californiano, siempre fiel a sus creencias. El cierre llegó minutos más tarde con el primer sencillo del RecipeforHate, un agradecimiento y la promesa de un pronto retorno de Bad Religion, una banda que mantiene su sonido y su actitud inoxidablemente viva.

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