lunes, 21 de marzo de 2016

Die Antwoord: excentricidad en su máxima expresión





Olvidemos la preocupación del pop por reinventarse. Desde su avance impulsado por Youtubeel 2010, el dúo de rap rave sudafricano Die Antwoord se han inclinado por un aspecto distintivo, como hacia un rap más jugado. El rapero Watkin Tudor Jones AKA Ninja, viste boxers, varios tatuajes con una pinta desgarbada, y la rapera  Yolandi Visser AKA ¥o-landi Vi$$er, luce un corte de pelo como el del músico inglés Dave Hill de Slade en un color platino llamativo. Ambos aparecen en Chappie, la nueva película de ciencia ficción de Neill Blomkamp, luciendo de la forma que lo suelen hacer siempre, el perfecto atuendo para una distopía en un futuro cercano.
La trayectoria en la carrera de Die Antwoord ha sido tan impecable como su música. La mezcla de alcopop del rap africano gutural de Ninja y el canto como de un robot bebé de Visser ha significado confrontación desde el primer momento, como si se estuviera hablando de una mezcla de posturas recelosas y acusaciones de apropiación cultural. Su más reciente trabajo, DonkerMag del 2014, no se desvía mucho de la fórmula, pero esta exitosa gira sugiere que encontraron una receptiva audiencia en Chile, o que su reputación de shows en vivo dementes les precede.
Había terminado recién la presentación de los suecos Ghost en el ACER-WINDOWS 10 Stage, y ya la gente se estaba aplastando adelante para poder estar lo más cerca posible de este  dúo de electro rap que tenía fijado su show para 45 minutos después. Y cuando ya llegó la instancia de irrumpir en el escenario, Leon Botha, un pintor sudafricano y DJ, así como uno de los sobrevivientes más viejos de progeria apareció en la pantalla gigante del escenario, para dar la bienvenida al DJ Hi-Tek, a Yolandi y Ninja, quienes vestían unos buzos naranja flúor con capucha. “DJ Hi-TekRulez” del TEN$ION, lanzado el 2012, fue lo que comenzó esta verdadera revelación del festival.
Como si de una obsesión infinita de Yayoi Kusama se tratara, en la pantalla del fondo del escenario, en repetidas ocasiones, se podía ver falos gigantes de colores, que hacían movimientos entre graciosos y pornográficos. Y una de las cosas que quedó en la duda es si efectivamente Yolandi se equivocó y pensó que estaba en el país vecino al decir “Gracias Argentina”, algo que la mayoría prefirió catalogar como una broma solamente, y que en realidad quedó en segundo plano, dejando a la sensualidad y el contacto con el público como protagonistas.
“Ugly Boy” del DonkerMag, que usa un sample de la canción “Ageispolis” de Aphex Twin, fue una de las canciones más celebradas por todos, mientras se transmitía el bizarro videoclip del tema, con la participación de la modelo Cara Delevingne, Marilyn Manson, Flea de Red Hot Chili Peppers, el actor Jack Black, entre otros, lo que transformaba en una verdadera fiesta al escenario ACER. Y como la personalidad de Ninja no conoce límites, no tuvo ninguna complicación para bajarse los pantalones en medio de una canción y ‘hacer cara pálida’. “Este es Ninja de Africa” espetaba el rapero.
Hace un tiempo, Die Antwoord compartió escenario con Johnny Depp y Marilyn Manson, ocasión que Ninja aprovechó para tirarse al público varias veces, y ahora en la edición chilena del Lollapalooza no iba a ser la excepción, porque durante “Pitbull Terrier”, Ninja con su máscara de perro Pitbull saltó sobre la audiencia, enfervorizando aún más el ambiente.
Lo que se estaba viendo era un show de rap electrónico y hip-hop alternativo, no un concierto de trash metal o de rock donde los mosh son una práctica que no puede faltar, no obstante, durante la locura desatada con Die Antwoord se vieron mosh entre el público, y el hit “Baby’son Fire” mantuvo el baile y la verdadera fiesta formada en el ex PlayStation Stage bajo una luna llena.
“I Fink U Freeky” fue otro de sus temas aclamados que sonó, entre bailes y agite muy histriónico, como se pueden apreciar en el video de esa canción. Con un registro vocal muy agudo, la rubia de pelo largo se mueve enérgicamente. Va de un lado a otro y visto desde abajo se siente la energía que hay entre ellos, tienen total entendimiento escénico. Hay equilibrio entre sus acrobacias y sus raps que terminan con algo de dubstep. Y ya casi llegando al encore, Ninja volvió a tirarse sobre las cabezas de los fans.
Pero una de las partes más jocosas y raras del show fue durante el encore, cuando de pronto, al terminar “Enter the Ninja”, el rapero empezó a quitarse la ropa para lanzársela al público, como las zapatillas, los pantalones, polera, todo, hasta quedar totalmente desnudo. Así fue como se cerró la sexta edición del Lollapalooza, con un show que hipnotizó al público con este hip-hop con sonidos étnicos, cantado no solo en inglés, sino que también en sus lenguasafrikáans y xhosa. Y con una estética que intenta causar repulsión también, al mostrar cosas que podrían considerarse como abyectas o fuera de lo común, lo que se aprecia muy bien en sus videos, en lo que exponen en las pantallas durante los conciertos o en su extraña forma de vestir. Una verdadera excentricidad en su máxima expresión.

Ghost: domingo de misa




Ghost, la enigmática banda sueca (conocida también como Ghost B.C.) en este momento se encuentra en un lugar extraño dentro del metal. Son, quizás, la única banda moderna de metal en ganar premios, tanto por Darkthrone Fenriz (uno de sus primeros apoyos como parte de su “Band of the Week”) y Dave Grohl, el carismático e hiperquinético frontman de Foo Fighters y ex baterista de Nirvana, que ha tocado con Ghost en conciertos y produjo su EP If YouHave a Ghost. El mayor atractivo de Ghost no es solo su sonido algo retro, sino que también su presentación, lo cual combina el anonimato del black metal con una teatral, a veces macabra inclinación, un poco retirada de King Diamond, así como un nuevo Kiss.
Pero si su segundo disco de 2013, Infestissumam suponía ser un disco no tan taquillero, la verdad no podría haber habido uno peor para poner esa expectativa. Opus Eponymous, su descarado debut del 2010, al menos tenía solidos ganchos. Se podría hacer una analogía al querer atrapar moscas con miel o vinagre; con lo primero sería más factible, pero también se tendría que considerar que el vinagre es un ingrediente importante en el metal. Y con Meliora, su tercer LP dejaron el temporal B.C. de su nombre y volvieron a un sonido más pesado, abandonando su estilo híbrido de MercyfulFate/Blue ÖysterCult por unas influencias más folk y parecidas a Deep Purple. Es por lejos un registro que atrapa más que Infestissumam, pero aún así, queda en la nebulosa si Ghost debiera catalogarse o no como un nuevo representante principal del metal.
Y para su tercera presentación en Chile, luego de su bien recibido debut en el Estadio Nacional, junto a Slayer y Iron Maiden, y su también exitoso concierto propio en el Teatro Caupolicán, se esperaba ver un show bastante poco convencional para un festival como Lollapalooza, pero como siempre debe existir un espacio para la música mas bien alternativa, tener al Papa Emeritus III y sus Nameless Ghouls, nombre con el que se conoce a los miembros de este “anónimo” grupo, parecía funcionar bien.
Faltaban unos minutos todavía para que empezara el show, pero el ACER-WINDOWS 10 Stage no paraba de recibir gente para presenciar esta propuesta oscura, potente y extravagante como lo es este grupo de metal sueco. Y como es de costumbre en todos sus shows, al inicio, empezó a sonar “Masked Ball” de Jocelyn Pook, popularizada en la brillante última película de Stanley Kubrick, “Eyes Wide Shut”. Los Nameless Ghouls aparecieron con las usuales místicas máscaras y el vocalista, cada vez más cercano al estatus de ícono, salió con la cara pintada asemejando el rostro esquelético que es propio del frontman. El fondo del escenario hacía alusión a demonios y Anticristo, temas a los que se refieren en sus canciones y ya son sello de la banda.
“Fromthe Pinnacle to the Pit”, canción de su último trabajo, Meliora, partió la noche llena de misterio y religiosidad. Le siguieron la tremenda “Ritual”, “Stan byHim”, del cualla audiencia gozó cada nota y “Cirice”, del nuevo disco que venían a promocionar y que ganó en la categoría de mejor performance de metal en los Grammy de este año. Los mosh estuvieron presentes sin descansos, con los fans celebrando este montaje único en su género. “Están teniendo un buen festival? Han visto shows que les han gustado? Este? Preguntaba el nuevo frontman, el Papa Emeritus III, quien ingresó a la banda a mediados de 2015.
En resumen fue un show preciso y correcto, con un sonido que fue de muy buen nivel. La banda no paró de tocar en los 60 minutos, con una muy buena coordinación y desplante en el escenario además del obviamente muy buen desempeño musical, Indudablemente, un espectáculo contundente para los seguidores de Ghost, como buen domingo de misa.

Bad Religion: sonido inoxidable de punk




Con más de 30 años de punk rock, Bad Religion son una de las bandas más influyentes en este género. Con su más reciente álbum, True North, que fue lanzado a principios de 2013, Bad Religion ha demostrado una vez más que tienen mucho que aportar todavía. Canciones que son melódicas y explosivas que significan más que una simple canción punk son parte del sello de los angelinos. Actualmente se encuentran en un momento bien particular; el guitarrista Greg Hetson, uno de sus miembros que llevaba más tiempo en el grupo, dejó a Bad Religion el 2013, al igual que Brooks Wackerman, que fue baterista de la agrupación durante una década hasta octubre pasado, y que estuvo en la quinta edición del Lollapalooza acompañando a la superbanda del bajista Robert Trujillo, Mass Mental.
Pero esas bajas tampoco han significado un inconveniente sin solución, ya que Mike Dimkich y Jamie Miller en guitarra y batería respectivamente han podido reemplazar adecuadamente y proyectar una energía en la banda para poder continuar esta etapa con todo el talante por el que es conocido Bad Religion. Y ad portas de su sexta presentación en Chile, cerca de las 4:15 pm en uno de los escenarios principales, el ITAÚ Stage, se divisaba el crossbuster en el fondo del escenario,  y “21 Century (Digital Boy)”fue seguida de un “Bienvenido, esto es Bad Religion” en español. “Hace mucho que no nos veíamos, 2 o 3 años más o menos” decía Greg Graffin, quien ha sido el vocalista y ente compositor del grupo angelino desde su formación.
“New America”, que se desprende de The New America del 2000 continuó con el jolgorio y toda la audiencia coreando y saltando. El oldschool “Do What You Want” mantuvo el fervor. “Quienes nos han visto antes conocen esta canción”, espetaba Graffin antes de interpretar ese clásico de 1988. El mosh era algo que no podía faltar en un show de BadReligion, algo no muy común dentro del festival, asunto que fue criticado también porque pagar tanto (como sucede con Lollapalooza) para ir a ver a un grupo punk como que no van muy de la mano.
“Los Angeles is Burning” y “You” sobre todo ésta última, perteneciente al No Control y popularizada por el videojuego Tony Hawk’s Pro Skater 2 marcaban uno de los momentos altos de la tarde, siendo completamente cantada por los fans. Y como era un show enfocado en los hits por el poco tiempo, “Infected”, la cual ya adquirió la etiqueta de himno, generó el climax, que antecedió a “Sorrow” del 2002, uno de los último temas y que hacía sentir lo rápido que se había pasado la hora.
Los slam, circlepit , etc, eran la postal que se mantuvo durante todos los temas del set list de esa tarde que difícilmente se borre de la memoria de los presentes. Una real retrospectiva por la carrera de esta agrupación que se encumbra por los 35 años de trayectoria.
El encargado de cerrar de la mejor manera los moshpit interminables fue la tremenda “American Jesus” del RecipeforHate, con una euforia bastante aguda, porque aunque no fuera un show punk propiamente tal, el entusiasmo no venía solo del público porque verlos en un escenario de este festival significaba toda una novedad.
No fue el usual concierto largo al que se está acostumbrado a ver, y por eso fue un show más bien enfocado en hits, pero de todas maneras toda alma que estuvo presente en el ITAÚ Stage disfrutó a este histórico grupo del más puro punk californiano, siempre fiel a sus creencias. El cierre llegó minutos más tarde con el primer sencillo del RecipeforHate, un agradecimiento y la promesa de un pronto retorno de Bad Religion, una banda que mantiene su sonido y su actitud inoxidablemente viva.

Eminem: dios del rap





Eminem podría usar un truco publicitario, y su disco más reciente, The Marshall Mathers LP 2 sería justo lo que el terapeuta pide. Durante los 16 años transcurridos desde The Marshall Mathers LP, el rapero blanco nunca ha perdido sus habilidades acrobáticas en el micrófono. Sin embargo, algunos álbumes posteriores se sienten algo herméticos, pervirtiendo la rabia en un rock star quejándose en el Encore del 2004, el horrorcore de Relapse del 2009 y la purga en Recovery del 2010. The Marshall Mathers LP 2, que estuvo presente esta noche con “Berzek”, el loado por todos “Rap God”, con Eminem fraseando a una velocidad imposible y TheMonster, es una suerte de reclamo, que trata sobre cabrear al mundo para tener uno más transparente y menos cínico.
La nostalgia está en todas partes. El apadrinado por Dr. Dre se rodea de alusiones del clásico hip-hop, como el trabajo de Rick Rubin con los samples de los BeastieBoys en “Berzek”. El único Maestro de Ceremonias invitado es Kendrick Lamar en “LoveGame”, probablemente porque su manera de rapear le debe mucho a Eminem. Sin embargo, la obsesión original del rapero oriundo de Detroit, su propia imagen mediática, ha sido reemplazada por la de un enervado con preocupaciones. Sigue siendo un solipsista. Rapea sobre asuntos muy eclécticos, como no poder encontrar una forma de descargar música de Luda en el computador y referirse a temas que dieron mucho de qué hablar durante los 90’s, como lo que sucedió con los criminales Jeffrey Dahmery Unabomber.Pero independiente de las letras y los samples usados en los últimos trabajos del Slim Shady, su propuesta parece encajar bien en estos tiempos, porque aún puede darse el lujo de ser headliner de un evento tan magno como es Lollapalooza en Chile.
“Won’t Back Down” feat. Pink fue la canción que abrió la cátedra de hip-hop de la noche, la misma canción que inició sus shows en las ediciones del festival en Brasil y Argentina. Eminem vestía una capucha y una polera con la frase “Get off my dick” en la espalda. La pantalla gigante del escenario, la más grande que ha habido en la edición nacional del festival, transmitía la imagen de una vieja radio de los 80’s, parecida a las que usaban las influencias del Slim Shady como Public Enemy y Run-D.M.C en sus videos. Fueron muchos años de espera para ver a uno de los artistas que desafió al género del rap con su estereotipo de música exclusiva para gente de color y que a comienzos del 2000 saturó con justa razón a MTV, cuando todavía MTV consideraba más trascendente un videoclip que un reality show.
Eminem presenta a una banda con dos baterías sobre la tarima, bajo, guitarra, teclados y tornamesa. Junto a él está Royce da 5’9, músico que forma parte de un proyecto paralelo de Em y quien lo acompaña esta vez en las rimas e interactúa con el público. El flow de Eminem es sorprendente y tiene la talla de los grandes del género, indiscutidamente. A veces acelera los beats de su fraseo o rimas como si fueran trabalenguas. Fueron 33 canciones en una hora y media, que alcanzaron porque alguno de los temas que interpretó fueron cortados y mezclados de tal forma que calzara con los tiempos, como sucedió con varios de los hits como “My Name Is”, el himno “The Real Slim Shady” y “Without Me”.
En realidad, no parecía un show dentro de un festival, más bien se sentía como si hubiese sido un concierto de Eminem. Los fans estaban en éxtasis y celebraban todo lo que ofrecía Eminem y su compañero Royce da 5’9, que ganaba protagonismo durante la presentación. En la interacción con el público participaban ambos, manteniendo en todo momento un ambiente cálido, a pesar de lo fresca que estaba la noche, y lleno de entusiasmo. “This shit is crazy!” exclamaba Eminem, y destacó que era la primera vez que estaba en Chile.
Era como estar viendo “Mad Max:Fury Road”, el climax duraba desde que comenzaba la travesía hasta que terminaba. Hubo algunos covers también, “TheHills” de TheWeeknd, “AirplanesPart II” de B.o.B. y “Forever” de Drake. El clásico “Stan” feat. Dido, “SingfortheMoment” que usa samples de “DreamOn” de Aerosmith y “LikeToySoldiers” marcaron el show, todo eso acompañado de fuegos artificiales que enmarcaban una postal inolvidable.
Y antes de llegar al encore con “Lose Yourself”, que ganó un Oscar como mejor canción original por la notable película 8 Mile, dedicó “Not Afraid”, del Recovery, “a todos los que habían perdido a alguien”, cerrando así la primera jornada festivalera. Se extrañaron algunas canciones oldschool como “Role Model” o la bailable y satírica “Just Lose It”, pero el catálogo de Eminem es amplio  y se requería más tiempo.
Demoledor. Eminem debería haber venido hace diez años cuando su voz era una explosión de odio y rencor del sueño americano hecho pedazos. Sin embargo, parece el momento justo para un público chileno que aprecia bastante este tipo de música. Frente a otros monstruos del género como Kanye West o Kendrick Lamar, el hip hop de Eminem es de la vieja escuela, de acuerdo a los tiempos de la industria musical y con un flow que rompe las dicotomías raciales del género. Sus transgresiones no están en su música sino en su habilidad para aplastarte con su ritmo y sus versos. En este primer concierto Eminem, más allá de su estrellato y sus provocaciones, demostró por que es una de las figuras del género, en un olimpo de maestros.

Candlebox: naturalidad y nostalgia




Remontémonos a inicios de los ’90…
Candlebox  fue uno de los últimos jinetes de la gran ola del grunge en Seattle de comienzos de la década. Consecuentemente, estuvieron ala vanguardia de la ola del post-grunge, donde esta nueva música catalogada como “alternativa” se fue convirtiendo en algo menos alternativo con el tiempo.
Su disco homónimo y primer trabajo salió a mediados de 1993, un par de años después que sus contemporáneos de Seattle irrumpieran en el panorama musical internacional con un sonido fresco y novedoso. Además, el éxito comercial tomó un tiempo para materializarse porque el disco en la lista de Billboard 200 estuvo hasta más de un año después de su lanzamiento, aunque permaneció en los charts durante dos años consecutivos.
Ahora, regresemos a 2016…
Se escucha música de Soundgarden mientras se espera que la banda salga a escena. Llega gente con poleras de Pantera, Stone Temple Pilots, Alice in Chains y otros artistas del género y época. Aún no aparece Candlebox, pero hay bastante gente en el ACER-WINDOWS 10 Stage, a pesar del sol que llega con fuerza y quema sin piedad. En unos minutos aparece en la pantalla gigante del escenario: CANDLEBOX y un clásico, “Arrow”, de su disco homónimo de 1993, dando inicio a una potente y eufórica presentación.
“Buenas tardes, venimos de Seattle, Washington. ¡Qué tengan un buen día!” dice el incombustible Kevin Martin.
En medio de “BestFriend”, que se desprende de Lucy del ’95 y de la hiperventilación de los fans, vino el esperado “oooolé, olé oléolé”, seguido de aplausos y ovación en general. Más adelante Martin presenta a Mike Leslie, guitarrista que acompaña a la agrupación desde el año pasado y el entusiasmo es constante.
“Muchas gracias amigos. Quieren oír algo de Duran Duran?” pregunta el incansable vocalista, antes de cantar “Hungry like a Wolf”, como lo hizo Eagles of Death Metal anteriormente con “Save a Prayer” en el VTR Stage.
Todo esto, mientras la comunicación entre el público y Kevin surge de forma muy natural, con el frontman constantemente preocupado por si el público estaba pasando un buen rato.
Durante “Change”, Kevin ayuda a la gente a capear un poco el calor y la sed tirando agua con una botella, para después tirar la botella, con los fans tratando de agarrarla como si fuera una baqueta o una uñeta. Es el momento cuando Kevin recoge también una bandera chilena, y grita nuevamente “ooolé, olé oléolé”.
Y con un desplante con una intensidad desbordante, el vocalista vuelve a preguntar: “Quieren volver a 1991?”. Luego de “Change” siguió el hit “Cover Me”, acompañado de un coro al unísono.
La audiencia le aceptaba todo; una nueva canción, una vieja canción, un cover, lo que ofreciera Kevin Martin y Cía. Y luego del famoso “You”, de tomar un poco de cerveza y presentar a la banda, Martin pregunta si gustaba Pearl Jam, para luego interpretar “Alive” en honor también a DaveKrusen, baterista de Candlebox y de Pearl Jam durante el álbum Ten, dejando un glorioso recuerdo para todos los seguidores del estilo que “la llevó” durante los 90’s..
“Los amamos, somos Candlebox y esto es FarBehind” fue cómo concluyó uno de los pocos shows rockeros del lineup del festival, que debió presentarse un poco más tarde de lo agendado y en otro escenario. Una situación peculiar considerando que no se trata de una banda que recién se está conociendo o no tenga mucha experiencia. Son un verdadero ícono del grunge y post-grunge.
Lo que más agrada de la nueva música en el último disco LoveStories&OtherMusings, y que se pudo escuchar un poco ésta vez, es que los oriundos de Seattle siguen avanzando, creando, evolucionando su sonido y produciendo buena música. Y solo después que dejaran al público enganchado con su nuevo álbum, retoman la actitud de, “ah, por cierto, aún podemos romperla con estos temas que grabamos hace unos años”. Y las razones sobran para creerles.

La revancha de Jiminelson en Lollapalooza




No es la primera vez que la banda nacional Jiminelson se presenta en un escenario de la edición local del Lollapalooza. Fue el 2012, esa memorable ocasión con Björk, ArcticMonkeys y FooFighters como headliners, con mucha expectación sobre todo por el debut de ésta última banda que se encontraba en uno de sus mejores momentos, cuando el grupo de Gustavo León Capdeville, a diferencia de esta vez que abrió en un escenario, el ACER-WINDOWS 10 Stage, cerraba en el HuntchaStage, terminando justo unos cinco minutos antes de que empezara el show de DaveGrohl y compañía. En ese entonces, su disco más reciente era el elogiado Serendipity Vol.1, que tenía algunos temas en inglés, una tendencia soul y negra que los popularizó internacionalmente, y donde se notaba un cambio también en el sonido, así como más maduro y estructurado comparándolo con sus primeros trabajos. En ese caso se podía tener bastante confianza con la presentación de la banda, pero la performance en sí no fue lo que se esperaba ese 2012.
Pero ahora el panorama era diferente. Este 2016 nos referimos a una agrupación que tiene más experiencia, que lleva más de una década de carrera, que está por sacar su quinto trabajo, sucesor del aclamado Supreme, como “A LoveSupreme”, obra magistral de John Coltrane, disco producido por Pedro Subercaseaux, más conocido como Pedro Piedra, y que es el resultado de años de componer y acumular experiencias de vida. Con eso dejamos de lado los problemas técnicos que pudo haber en su primer show en el Lollapalooza, como no poder afinar la guitarra de Gustavo, y apreciamos en todo su esplendor a Jiminelson.
Faltaban diez minutos para que comenzara el show de Jiminelson. De a poco llegaban más personas al ex PlayStation Stage, ahora ACER-WINDOWS 10 Stage con una temperatura aún soportable. Ya era la 1pm y los muchachos que comparten el nombre con un niño que perdió su pase escolar se disponían puntuales en el escenario, motivados por estar de vuelta en uno de los festivales más relevantes del país. El inicio fue con “Alguien ya estuvo aquí”, tema que liberaron dentro de un EP por internet dando el toque bluesero al comienzo de la primera jornada.
Vitamines”, con una base rítmica  de reggae, que se desprende de uno de los discos más queridos por Jiminelson, Supreme del 2013, continúa el show, que hasta el momento suena impecable y sin ningún problema evidente de sonido. La audiencia respondía animada, notándose que la mayoría los venía siguiendo desde hace un tiempo, como también había algunos asistentes que se acercaban al lugar para conocer este grupo que promete muchísimo.
“Llega un día” canción perteneciente del sucesor de Supreme, Valle de Oro, que podría salir el próximo mes, no podía faltar igual, momento en que, el único integrante fijo del grupo dejó la guitarra a un lado para interpretar esta canción, que a diferencia de los temas de Supreme, está en español. Y aunque Jiminelson, desde que se creó, haya tenido diferentes formaciones, y solo Gustavo León sea quien permanece desde el origen, son una banda y la conexión entre ellos es notoria.
“Esto se llama, si se la sabe, cante” espetaba Gustavo antes de interpretar “El Delincuente” de Amor del Rey del 2008, uno de los temas  que los hizo recibir reconocimiento fuera de Chile, y los llevó a hacer giras por Argentina y Estados Unidos, ocasión que aprovechó también para dedicársela “a todos los hijos de puta que tienen al país como está actualmente”, lo que fue aplaudido unánimemente.
Si bien era Jiminelson los que estaban tocando en el escenario, Arcadia tuvo su momento, cuando invitaron al escenario a la actriz e integrante de Arcadia, Fernanda Urrejola, para cantar a dúo “Wheel of Love”.
“Dejen la cagá, rompan el pasto, lo que quieran” exclamaba Jiminelson ya en la última parte de la presentación. Se sentía confianza y el carisma de Gustavo. Quedaban unos pocos minutos para que terminara su show, pero las ganas de continuar estaban y el soul de “We Never Kissed Goodbye” y “TheSunGoes Down”, ésta última incluida en el OST de la película Música Campesina de Alberto Fuguet, se hicieron presentes también, con Gustavo acercándose al público de la reja mientras agradecía a todos por venir, finalizando un memorable espectáculo.
No hay duda de que ha habido una sofisticación en el sonido de Jiminelson, desde un blues más agreste hacia un folk y soul propiamente tal, con una estética notoriamente más elegante, acompañada de una voz no convencional dentro del rubro en Chile, áspera e intensa. En las canciones se nota un trabajo y la intención de crear un concepto, y eso quedó demostrado en estos 45 minutos de show saliendo invictos de esta revancha.

Eagles of Death Metal: la importancia de mantener las cosas simples



“Este no es un proyecto paralelo para mí. Estoy en dos bandas. Tengo esquizofrenia musical, y ésta es una de esas personalidades. En resumen, son increíbles” comenta el líder de Queens of the Stone Age al reafirmar su compromiso con Eagles of Death Metal. Ésta última formada por Homme y Jesse Hughes en 1998 en Palm Dessert, California, apareciendo por primera vez en TheDesert Sessions Volumes 3 & 4 lanzado ese año. Y a pesar de haber tenido a Joshua Homme en más de una oportunidad en Chile, Eagles of Death Metal recién debutará este año en la sexta edición del Lollapalooza Chile. Esperemos que algún día pueda suceder algo parecido con Them Crooked Vultures, otra banda con un nombre que alude a aves (curiosamente) y que lamentablemente aún deseamos ver por estos lados.
Cuando Eagles of Death Metal lanzó su álbum debut el 2004, los exponentes del garaje rock no estaban bajo ninguna obligación de tener un total de cuatro discos (excelentes, por cierto) doce años después. El frontman Jesse Hughes y el considerablemente más famoso Josh Homme eran amigos que querían hacer música juntos, lo que hicieron sin ninguna muestra de delirios de grandeza. Zipper Down es el primer disco del grupo en siete años, lo cual es extraño teniendo en cuenta sus inicios: ese debut, Peace Love Death Metal, fue grabado en tres días, y el segundo y tercer disco salieron el 2006 y 2008 respectivamente, por ese momento era habitual, volver a lo básico del rock.
Una cosa sobre Eagles of Death Metal: las viejas canciones suenan exactamente tan buenas como cuando recién se formaron como banda. Eso es porque los sonidos de los cuales se han inspirado  no han cambiado. La lista empieza con la fundación del rock n’ roll de Chuck Berry y Elvis Presley, el Beggars Banquet y el Exile onMain St. de The RollingStones, la inmediatez fiable de The Ramones y algo de la sátira Thisis Spinal Tap en buena medida. Pero mientras hay tantas comparaciones para hacer, el nuevo disco no suena tanto o lleva algo en particular, aunque capture la sudorosa, la energía inagotable que espiritualmente une a esos músicos que los precedieron.
Homme ha lanzado discos con Them Crooked Vultures y Queens of the Stone Age desde HeartOn, por lo que es especialmente bueno tener al relativamente menos prolífico Hughes. “Boots Electric”, “TheDevil”, “Fabulous Weapon”, como se le quiera llamar, Jesse es una de las personalidades indiscutibles del rock. Esto viene de sus  presentaciones en vivo y sus letras, que son relajadas y lúdicas, excepto cuando están algo serios, pero lúdicos también. Una de las canciones de Zipper Down, “Silverlake (K.S.O.F.M.)”, por ejemplo, es una parábola sobre los hipsters en Los Angeles; el ridículo sentido del sujeto de derecho en la parte “Don’tyouknowwho I am?” se convierte en un reconocimiento de la duda misma “I don’tknowwho I am”. Sin embargo, esa indiferencia común está bien, incluso el punto del grupo en este caso. No es como cuando se necesita escribir una canción de más de diez minutos sobre los rasgos de una mujer o cualquier tema que pueda servir para un letrista de rock.
Mientras Zipper Down se mantiene fiel al sonido esperado de Eagles of Death Metal, sigue estando a un paso más allá. Los tonos de la guitarra suenan con más ímpetu que nunca, al igual que con la batería. Este último disco abre con “Complexity”, la misma canción que dio inicio al Honkey Kong, disco que sacó Hughes el 2011 bajo el seudónimo de “Boots Electric”. Pero esta versión de EODM tiene un arreglo distinto. Después de todo, Eagles of Death Metal todavía trabaja con una instrumentación modesta, además de los coros de la pareja de Hughes, la estrella porno Tuesday Cross. A partir de ahí, las cosas son por lo general tan discordantes, y de esa identidad cohesiva surgen canciones individuales, muy distintas a las canciones de rock que se escuchan actualmente.
Zipper Down es el primer disco de Eagles of Death Metal desde el cambio de sello a Universal. Suena mejor que sus tres primeros álbumes, pero esto sigue siendo EODM, y las canciones más destacadas lo confirman. “Got a Woman” demuestra eso, además de merecer ser “repetida” más adelante en el registro como “Got a Woman (SlightReturn)”. “I LoveYouAllthe Time” se encarga de endulzar las festividades con un poco de acento americano y francés para manifestar más romanticismo en algunas líneas. Más adelante, está el cover de Duran Duran con “Save a Prayer”, y ya terminando el disco las cosas se ponen un poco más religiosas con el punto culminante en “Reverend”, que asienta con la creencia cristiana de Hughes.
¿Le tomará siete años más a Eagles of Death Metal lanzar otro disco? Hughes tendría cincuenta, y aunque es probable que todavía esté cantando sobre mujeres de la mitad de su edad, Zipper Down tiene canciones que deberían aumentar la demanda y motivarlos a sacar más de un trabajo en los próximos años. Por ahora, y como dice Jesse y como sostiene “Complexity”, “hay que mantener las cosas simples” e ir a su show a las 2:30pm en el Acer –  Windows 10 Stage en esta esperada nueva edición de Lollapalooza.

jueves, 17 de marzo de 2016

Bad Religion: el punk no envejece



La banda americana originaria de Los Angeles, California, fue la responsable de liderar la nueva ola de punk rock americano a comienzos de los años ochenta. En sus canciones mostraban la desesperanza y la furia de la juventud de esa época, inmersa en un sistema del que se sentían ajenos. Su marca registrada es la utilización de melodías que atrapan y su constante búsqueda de nuevos sonidos, desde la psicodelia al heavy metal, pero con un inteligente y agudo uso de las palabras con metáforas y un nutrido vocabulario.
Dejando de lado todas las bandas de hardcore del sur de California de comienzos de los 80’s, BadReligion se mantuvo en el rubro por más tiempo. Desde hace más de una década conservaron su credibilidad undergroundsin la necesidad de ofrecer una serie de álbumes indistinguibles que suenan todos iguales. En lugar de ello la banda refinó su ataque, añadiendo inflexiones de psicodelia, heavy metal y hard rock, así como también una considerable dosis de melodía. Entre su debut en 1982 y su primer disco en un sello importante, RecipeforHate del 93’ se mantuvo vital en la comunidad hardcore, sosteniendo su ejecución musical y continuando con letras complejas y rectamente enojadas.
Fue en el Teatro Monumental, actual Teatro Caupolicán, en 1999 cuando debutaron los angelinos en Chile. Un show significativo tanto para los fans como para el grupo que regresó un par de años después, y así de manera más frecuente presentándose en el Estadio Chile o Estadio Víctor Jara, la Pista Atlética del Estadio Nacional y nuevamente en el recinto que los recibió por primera vez, el Teatro Caupolicán el 2011. “Esperamos estar de vuelta muy pronto” espetaba Greg Graffin aquella noche, promesa que cumplieron al volver el 2014, con True North para promocionar.
Hay una línea muy fina entre perfeccionar un sonido muy específico que puede definir a una banda y crear música redundante  y rancia. Durante más de 30 años, Bad Religion ha demostrado que la edad es solo un número, y sin descanso produjeron material legendario. La última oferta de la banda, True North, sirve como una culminación y retrospectiva de su dilatada historia.
La canción con el titulo del disco inicia el registro con una melodía instantánea que nunca podría ser confundida con ningún otro grupo que con Bad Religion. El ritmo urgente converge con la armonía en aumento del coro, lo que hace recordar a Recipe for Hate, catalogado por la mayoría como el mejor lanzamiento con el sello del grupo, Epitaph. “Land of Endless Greed” continúa este tema, con el vocalista Greg Graffin dándose impulso para entregar solo la llave correcta.
True North encuentra continuamente a Bad Religion no solo aceptando su pasado, sino que acogiéndolo íntegramente. “NothingtoDismay” expone todo lo amado sobre el sonido de la agrupación del crossbuster. La cadencia de marcha se complementa con la entrega vocal insistente de Graffin en los versos, llevándolo a los coros y solo de guitarra. Aparte de la producción, el tema podría ser confundido fácilmente como una canción del No Control.
Muchos ven a TheProcess of Belief como el regreso no oficial de Bad Religion. Esto marca no solo el regreso de Epitaph Records, sino que también reintegra al guitarrista fundador Brett Gurewitz, cuya relación sobre componer con Graffin es nada menos que una leyenda. True North comparte una sensación similar de rejuvenecimiento, pero empuja más directamente desde el pasado de una manera muy demostrativa. Tanto “The Island” como “Pastis Dead” inmediatamente recuerdan a Against the Grain y su sucesor Generator. “Robin Hood in Reverse” toma prestado de StrangerthanFiction con el comentario social directo de Graffin y el arsenal vocabulario siempre presente.
La dispersión en el disco representa momentos de una dirección y sonido nuevo. “FuckYou” , con influencias folk, legitimando una canción que podría ser fácilmente descartada puramente por el titulo. “Dharma and theBomb” recuerda las primeras influencias de la banda con una reminiscencia de melodía siniestra de Agent Orange o DeadKennedys.
True North es nada menos que una celebración de Bad Religion como un elemento permanente en la historia de la música, y tal vez lo más importante, un testimonio de una historia atemporal de influencia y versiones épicas. Nada sale sin estilo o como de auto servicio. Y por eso se podría decir que es el mejor lanzamiento del grupo en los últimos 10 años, que con el tiempo obtendrá una mayor apreciación en el catálogo global. Claramente ningún seguidor de BadReligion espera que la banda se termine, aunque si True North fuera su último trabajo sería, sin duda, el final perfecto. Pero el punk sigue vivo y no envejece, así que para la última jornada del Lollapalooza, a las 4:15pm en el ItaúStage podremos seguir disfrutando de una de las bandas más relevantes en la historia del punk rock.

Tame Impala: revolución psicodélica



El grupo australiano liderado por Kevin Parker ha venido en tres ocasiones: debutó en agosto de 2012 en Chimkowe, donde los nacionales Föllakzoid abrieron el memorable concierto, en octubre del año siguiente volvieron al mismo recinto y en noviembre de 2014 fueron parte del Festival Primavera Fauna. Y ahora, tendremos nuevamente la oportunidad de verlos a las 7:15pm en el VTR Stage para la sexta edición del Lollapalooza Chile promocionando su tercer y aclamado disco “Currents”.
Antes de “Currents” Tame Impala podía ser más creíble. “Lonerism” e “Innerspeaker” son álbumes más flexibles,  como discos orientados a las guitarras que se siente como el resultado de una difusa colaboración entre múltiples actores, aunque con Parker en las riendas. “El hecho de que sonara como una banda era solo una decisión mía para tratar que sonara como una porque yo estaba totalmente involucrado en la música de la banda”. “Pero nunca grabamos como una banda, siempre he sido yo” explica Kevin Parker.
“Currents” marcó la preparación de Parker para ser dueño de su papel de líder. Quizás simplemente no era posible mantener la pretensión: a pesar de la cantidad de sonidos en “Currents”, cada canción suena tan cohesiva que solo podría ser hecha por una persona. Los teclados, sintetizadores, guitarras, lo normal sería no poder encontrar diferencia, algo que en realidad no importa. Flujo y reflujo ondulan y desaparecen. “LetItHappen”, uno de los temas de este disco, es un ejemplo de algo realmente notable, y esa es solo la primera canción. “Currents” aún no es apreciado como corresponde y hace pensar que Parker decidió ciertas cosas con el disco que podrían haber sido vetadas de este trabajo si hubiesen tenido una segunda opinión.
Y lo que ha comentado Parker sobre la producción de “Currents” una suerte de tensión entre su paso al frente en el punto de mira y la inseguridad que sigue su proceso creativo. Por un lado, Parker solo pudo estampar su autoría sobre “Currents”al alcanzar un cierto nivel de confianza para ser miembro de una banda. “Siempre fue esa seguridad para esconderse detrás de cinco tipos y decir ‘todos hicimos esto. Si resulta ser una mierda, no es mi culpa solamente’” según Kevin. Estaba listo para aceptar el sello que rechazó, pero que secretamente identificó por años. Su biografía en el sitio oficial de la banda es absolutamente claro respecto de la procedencia del álbum: “Currents” fue escrita, realizada, producida y mezclada por Kevin Parker”. Escrito así, como con mucho orgullo.
Pero es difícil liberarse de viejas neurosis, y cualquiera que haya analizado las letras de Tame Impala sabe que Parker tiende a permanecer demasiado tiempo en su propia mente. Según Kevin la oportunidad de hacer “Currents” solo agregó una completa dimensión de crisis nerviosas”. A menudo se cerró en su perfeccionismo y ansiedad pensando que no era algo de qué preocuparse. Observaba detenidamente “Currents” concluyendo: “Aún pienso que este disco es completamente inaudible”.
Pero como muchos seguidores de los australianos hay una parte entusiasta y sin complicaciones que se niega a entregarse al autodesprecio de Parker. No se puede dudar que es un músico talentosísimo que hizo un disco que cumple tanto para la creación misma como para el oyente, entonces la pregunta es, ¿por qué Parker simplemente no acepta el calificativo de estrella de rock que claramente merece? Al mismo tiempo es difícil entender cómo la inseguridad y la confianza pueden mezclarse en un mismo propósito. Saber que eres bueno en lo que haces y querer poner tu nombre en tu trabajo es algo normal,pero la arrogancia no está muy de moda actualmente, y para toda la agonía que induce, aún se cree que la inseguridad actúa como un regulador de calidad que te mantiene en un lugar modesto donde siempre hay oportunidad de mejora. Es una lucha creativa contemporánea con la que cualquiera puede identificarse, ya sea escribiendo una novela, practicando un deporte o preparando un álbum que define una carrera.
Es también una lucha para los seguidores de Tame Impala ver a Parker lidiar con eso. La música que hace tiene un grado de intención de lo mucho que el hombre se preocupa por su trayectoria elegida como músico. Es un compromiso que ha establecido Kevin con una firme oposición al estilo elitista y al rock más snob. Y así dio,por ejemplo, un paso al R&B e hizo 3 canciones con el productor pop Mark Ronson, como también ha escrito y hecho covers con Kylie Minogue.
El desagrado de Parker para los limites se extiende a su fría postura en los debates actuales sobre cómo se les paga a los artistas por su arte. “Si alguien dice ‘Hey, amo tu disco, pero lo descargué gratis’, yo estaría como ‘Bien, eso está bien’. Quizás no tiene el dinero para comprar el álbum, pero si él lo escucha ya es algo importante en mi. Eso es lo único por lo que puedo pedir. No quiero sus 20 dólares”. “Se habla tanto sobre el valor monetario que necesita la música, esta propiedad de la música, incluso de que necesita una forma física, pero intrínsecamente es música, así que debería ser mejor que eso” comenta el guitarrista.
Parker rechaza muchas de las tendencias que tiene la música actualmente, un lugar y una época donde se espera más de la música que de los músicos. Y la verdad es que queremos músicos que consideren temas extra musicales igual, ya sea económicos, servicios de streaming, feminismo u otros problemas sociales. Sus políticas y ética son para un escrutinio mayor. Y más que nunca se les pide perfección a las figuras del entretenimiento, o al menos no ir en contra de la corriente. Y en ese ambiente el líder de Tame Impala viene a ser un anticuado, irrisoriamente idealista y a veces irresponsable. Sin embargo, su singular enfoque sobre la música y su permisividad a casi todo lo demás es algo que sin duda refresca a la industria. Tame Impala es una banda que escuchas para resguardarte en la psicodelia, lejos del demandante y agotador mundo moderno. Y un escape a esas presiones sería el Lollapalooza Chile para su primera jornada de su sexta edición.

jueves, 10 de marzo de 2016

The Suicide Bitches: exponentes del rock stoner chileno



Guitarras estridentes, bases rítmicas contundentes y un sonido agresivo con voces desgarradoras, es lo que tendremos en la sexta edición del Lollapalooza Chile junto a The Suicide Bitches cerca de las 3 de la tarde en el Lotus Stage. La banda chilena, que se formó el 2006, tiene a Alberto Hayden en guitarra y bajo, Felipe Arriagada en voz, Pablo Fontecilla en bajo y guitarra, Maxo Soublette en guitarra y Javier Mansilla en batería. Cada uno con profesiones mas bien diferentes a la música. Alberto estudió periodismo y cine, Felipe es ingeniero civil industrial y director de la página POTQ, Pablo es ingeniero también y Javier es artista visual. Y esta heterogeneidad del grupo de alguna manera es la que le da el carácter propiamente tal a The Suicide Bitches.
Con influencias de The Stooges, Soundgarden, Led Zeppelin, Kyuss y Queens of the Stone Age, estos ex compañeros de colegio dicen enfocarse más en la búsqueda de una sonoridad, en este caso stoner, y con letras más bien sencillas y acordes al punk. Si bien en los comienzos de la banda sus sonidos se arrimaban hacia los orígenes del punk fue inevitable el no verse influenciados por los grupos que sonaban mientras crecían. Géneros como el grunge, el punk rock de Nirvana, el garaje que hacían The White Stripes fueron una huella imborrable para los sonidos que querían conseguir. Con el tiempo han evolucionado en un sonido más pesado, más cerca del stoner, como Kyuss, Queens of the Stone Age o Soundgarden. Sin embargo, hoy reconocen dentro de sus nuevas influencias a Puta Marlon o la banda del Sol Naciente, quienes a la hora de componer temas juegan con estructuras y arreglos que están fuera de lo convencional.
Debutaron el 2008 con el EP “Johnny Yen” con muy buenas críticas, lo que más tarde les dio la oportunidad de abrir el show de Stone Temple Pilots en Chile el 2010, cuya presentación fue considerada como una de las mejores aperturas de ese año por la Radio Sonar.
Mucha gente se queja de la aparente falta de innovación que presentan hoy en día las bandas que hacen sus primeras armas en la música. Amparados en la desidia o en la carencia de ideas, exprimen todo el jugo de sus influencias hasta que lo poco que tienen que decir se esfuma en un abrir y cerrar de ojos en melodías originadas muchos años atrás.
Por supuesto, esa es una visión de las cosas. En un mundo donde la dualidad no es apreciado en su plenitud, todo tiene su símil y opuesto –“como es arriba, es abajo”-, y en la anterior descripción musical es acertado conjeturar que, si bien unos fracasan estrepitosamente en hablar desde el pasado, otros sortean el desafío con el temple de avezados veteranos.
Y The Suicide Bitches pareciera que se ajusta a ese tipo de bandas, traduciéndose en el recibimiento a su primer LP, “The Farm of the Suicide Bitches in Heaven” del 2012, lo que permitió al grupo a participar en el Festival SXSW en Austin, Texas. Pero ese no fue el único evento internacional donde tocaron, ya que ese mismo año estuvieron presentes en la primera versión delCBGB’s Festival en Nueva York. La reputación que precede a este festival es inmensa. Mal que mal, el CBGB original -fundado en 1973 en pleno Manhattan- fue el punto en que el punk y el new wave neoyorquinos explotaron con nombres como Ramones, Television, The B-52’s, Blondie, TalkingHeads, Misfits y Joan Jett&TheBlackhearts, entre muchos otros. Un lugar histórico, que fue cerrado en octubre del 2006 y cuyo espíritu ha revivido en el marco de este encuentro multicultural. Y por si fuera poco, también tocaron para la última edición del Maquinaria Festival en Las Vizcachas. Tanto para el Festival SXSW y el CBGB’s Festival, ambos fueron absolutamente auto gestionados. El primero se realizó a través de postulaciones online como toda banda que pretende ser partícipe del festival. Situación que culminó con una positiva respuesta, dejándolos invitados para presentarse en Austin, Texas. Para ello tuvieron que postular a su vez a los fondos de cultura, obteniendo cerca del setenta porciento del financiamiento necesario para el viaje, recaudando el resto a través de fiestas y tocatas.
En la segunda oportunidad, y luego de regalar su reciente LP a quien se le cruzara por delante recibieron un tweet que decía que la canción “ColdWoman” sonaba fuerte en el CBGB, respondiendo de inmediato con completa disponibilidad para tocar en el evento. Al recibir la invitación formal iniciaron otra carrera para recaudar el dinero necesario, en esta oportunidad lejos de los fondos concursables, todo hasta que Felipe, que en ese momento trabajaba en Levi’s, comenzó una campaña y logró presentarles el proyecto consiguiendo el auspicio de la marca.
El 2015 presentaron su nuevo disco “#SEMENATION, con sonidos más stoner, cargados de fuzz y melodías densas, editado por Beast Discos y TuneLess Records, con el primer single “SayMyName”. Un disco que muestra fielmente cómo es la banda en vivo, un show con un caos necesario que es común ver en bandas de los 90’s, de la herencia típica del stoner, con mosh y con alcohol de por medio, como en los viejos shows de rock n’ roll, como un intento por retratar esa época de caos, lo que se ve reflejado en el sonido de #SEMENATION, lo que tomó alrededor de un año en grabarse.“Este disco, siento yo, fue hecho con tiempo y lo quisimos hacer a conciencia, que nada quedara al azar, no solamente en la grabación, aquí incluimos la mezcla, la masterización, el arte, el nombre, todo ha sido darle una vuelta al asunto, al contrario de nuestros anteriores trabajos, que salían más de la guata, sin pensarlo mucho” explica Felipe.
Y Brian Baker, guitarrista de Bad Religion, ente provocativo del punk californiano que nos acompañarán en la segunda jornada de esta edición del Lollapalooza, dice ser fan de los chilenos y los recomienda totalmente. Excusa más que suficiente para decir presente en esta nueva versión del festival.

Stone Giant: rock con sangre latina en Lollapalooza



No todas las personas asisten a un festival para ver a sus artistas favoritos o a un músico de forma predeterminada. Muchas veces se va con el plan de conocer nuevas bandas y ampliar el bagaje musical. Y dentro del cartel del Festival Lollapalooza 2016 hay varios grupos que realmente vale la pena conocer, como los latinos Stone Giant.
El guitarrista y vocalista argentino Sebastián Fernández, el tecladista brasileño Jao Nogueira, el bajista portugués Pedro Zappa y el baterista chileno Pepe Hidalgo conforman esta llamativa banda llamada Stone Giant, teniendo sus orígenes en el Berklee College of Music, lugar que fue el punto de encuentro para estos cuatro músicos que estudiaban todavía en la prestigiosa escuela de música  de Boston.
El grupo se formó el 2012, y desde ahí han tocado en distintos recintos de Boston y Nueva York, como el Hard Rock Café y House of Blues, pero uno de los highlights vividos por los jóvenes músicos fue cuando interpretaron The Ocean de Led Zeppelin en la ceremonia del doctorado de Jimmy Page en Berklee, y ser elogiados por el mismísimo guitarrista de Zeppelin.
Stone Giant trae la mística de Zeppelin y Black Sabbath, como también de otros clásicos; JimiHendrix y The Beatles por ejemplo. Pero esta psicodelia y hard-rock clásico se unen a sonidos más nuevos como el de Rage Against the Machine, Radiohead, Nine Inch Nails o Jack White.
Y recién el año pasado lanzaron su disco debut, grabado en Waterhouse Studios en Hoboken NJ por el co-productor y ganador del Grammy Fernando Lodeiro y masterizado en Abbey Road Studios por Alex Wharton. Y varias de estas canciones de su álbum homónimo han sido escuchadas en radios de Inglaterra, Estados Unidos,  Chile, Portugal, Argentina y Brazil.
Las expectativas son altas con El Gigante de Piedra. En muy poco tiempo han logrado tocar desde bares, abrir conciertos de otras bandas en USA hasta ser parte de un festival tan superlativo como el Lollapalooza. Una tarea que no ha sido fácil y que tendremos el lujo de presenciar para la segunda jornada del festival.

Snoop Dogg: emblema del hip-hop



Fue para el “Hip Hop Town Festival” del 2007 en la Pista Atlética del Estadio Nacional donde pudimos ver por primera vez a Calvin Broadus, más conocido como Snoop Dogg, uno de los principales MC’s de Estados Unidos. El show que fue tan exitoso como el siguiente en el extinto Maquinaria Festival el 2011, con un potente y extravagante regreso, cumpliendo con las altas expectativas de su público.
¿Habrá un rapero más versátil que Snoop Dogg? Pensemos en otro exponente de este género que haya grabado discos de reggae, funk y rap en los últimos 5 años, o en un MC que haya lanzado con las discográficas Death Row, No Limit, Star Trak, Mad Decent y Stone Throw o que haya estado en el mismo tour que Korn y actuado junto a Ben Stiller y Owen Wilson, como se vio en Starsky & Hutch.
En ese sentido, Snoop no sería uno de los más versátiles solamente, sino que también uno de los MC’s más prolíficos de todos los tiempos. Desde 1993, Snoop ha lanzado 13 discos solistas, y a eso hay que agregarle las colaboraciones con otros músicos, su faceta como actor e iniciativas empresariales también, lo que deja claro que el músico es uno de los artistas más ocupados de la industria.
Y para el más reciente show de Snoop en el país y penúltimo Maquinaria Festival hubo un line up más bien ecléctico, con Primus, Sonic Youth y Damien Marley por ejemplo, pero esta vez el oriundo de Long Beach no será el único artista de rap en presentarse en la sexta edición del Lollapalooza, esto porque también se encuentra Eminem, uno de los headliners del festival, lo que convierte al Lollapalooza en un panorama ideal para los seguidores acérrimos del rap al traer por primera vez a Chile a Eminem y tener de vuelta a un emblema del hip-hop como Snoop Dogg.