sábado, 10 de septiembre de 2016

1 año sin Mike Patton


Desde el 2009 que el ya considerado uno de los hijos ilustres del país, Mike Patton, se viene presentando en estas tierras al menos una vez al año, a excepción del 2012, después de su show en el extinto Maquinaria Festival en el Club Hípico el 2011. Ya es tan habitual tenerlo en Chile que ahora en realidad no llama la atención cuando regresa, sino cuando no confirma ninguna fecha en Chile, algo que probablemente sucederá este 2016.
Nada menos que 15 conciertos ha tenido Patton en Chile hasta el momento (teniendo en cuenta a Faith No More, su proyecto donde versiona música pop italiana Mondo Cane, la experimental superbanda Fantômas y ZU Quartet). No por nada considera su relación con nuestro país como algo mágico. Su último concierto fue recién el año pasado en septiembre, dentro del marco del Latin American Tour de Faith No More en el Santiago GetsLouder, donde fueron headliners junto a System of a Down.
Distintas etapas ha recorrido la veneración hacia Mike Patton en Chile. Desde una ilusa portada en el diario La Estrella con “Plis No More” luego de su incomprendida,  por muchos, presentación con FNM en El Festival de Viña del Mar en 1991 hasta la idolatría, material de ciertos mitos urbanos, conciertos memorables y anécdotas que han formado de alguna manera el imaginario criollo.
Todo eso nos lleva a preguntarnos, ¿por qué Mike Patton no confirmó una presentación este año?Ni siquiera se le ha visto paseando con algún amigo escritor en un persa o comiendo en un restaurant popular, solo con la excusa de pasear como lo han hecho otros músicos como Geddy Lee de Rush o Damon Albarn hace unos meses. En realidad, como se comentó anteriormente, hace muy poco vinieron, promocionando su último disco Sol Invictus. Ese fue el principal motivo para tenerlos de vuelta. Un nuevo disco significa una nueva gira, y como es totalmente imposible que lancen nuevo material y no lo promocionen en Chile, que en realidad ya es como su segunda casa, no debería ser novedad que FNM confirme una fecha porque tiene otro disco bajo la manga.
Muchos de los brillantes proyectos del excéntrico hombre de las 1.000 voces se han presentado en Chile, pero aún falta ese grupo que formó en su natal Eureka mientras todavía estaba en el colegio, junto a Trey Spruance y Trevor Dunn, Mr. Bungle. ¿No sería cumplir un sueñover por primera vezesa gloriosa mezcla experimental, abstracta y perfectamente absurda como lo es Mr. Bungle? Suena difícil, pero podríamos esperar una reunión, aunque en una oportunidad Patton comentó que podría pasar, pero él no sería el cantante. Al respecto, Dunn dijo estar contento porque la banda estaba “muerta”, y en el caso hipotético de que Mr. Bungle volviera sin su frontman, sería como ver a RATM sin su vocalista, como está sucediendo ahora con Prophets of Rage, no tendría sentido.
Hasta el momento se han confirmado muchos shows importantes, como la nueva edición del festival RockOut, Aerosmith, Pet Shop Boys, Richard Ashcroft, Cypress Hill, Guns N’ Roses, Black Sabbath, Chris Cornell, todo eso y más en un semestre. Sin ninguna duda será un año colmado de conciertos notables, pero con un cierto vacío por no tener a Mike Patton en la palestra nuevamente. El único vínculo entre Patton y Chile este año sería la reedición que hubo de los discos WeCare A Lot, King for a Day… Foolfor a Life Time y el Album of the Year en algunos bares en Santiago y Valparaíso. Todo eso gracias a que Billy Gould encontrara en su casa los masters, en cinta, del primer disco de la banda y decidieran lanzarlo, y hace unos días anunció su participación en el Festival Internacional de Vanguardia en Chile para octubre, pero de Patton nada todavía.
¿Y cuáles son los planes de Mike ahora? La última noticia sobre el músico ha sido una entrevista que le hizo Jehnny Beth de Savages para el programa “Start Making Sense” de Beats 1 Radio, donde a parte de dar a conocer su afecto hacia Easy Lover de Phil Collins, comentó su carrera en la música como un feliz accidente, y a la vida, en realidad, como una serie de felices accidentes. Quizás en este momento esté preparando algo con Alberto Fuguet y/o Gonzalo Frías como cómplices, para agregar otro “accidente” a la lista.




¿Qué artistas de Glastonbury 2016 deberían venir a Chile?



El Festival Glastonbury de las Artes Escénicas Contemporáneas, inspirado en la ética hippie y la contracultura, y considerado como uno de los festivales más importantes en el mundo, tanto por la calidad de las bandas que se han presentado desde 1970 y por la continua innovación durante más de cuatro décadas, se llevó a cabo, como todos los años, en Pilton, Somerset, Inglaterra, desde el 22 hasta el 26 de junio, teniendo en sus escenarios a Muse, Beck, Jeff Lynne de los legendarios Electric Light Orchestra, Earth, Wind & Fire y tantas otras bandas. Mismos escenarios que recibieron a David Bowie, TheSmiths, Oasis y a R.E.M un tiempo atrás.
Pero ahora nos enfocaremos no en los headliners del festival, sino en los artistas midliners o parte baja del cartel, especialmente en esos artistas que nunca han venido a  Chile.

MADNESS

Ya tuvimos la oportunidad de ver a un ícono del ska como The Specials en el Lollapalooza 2015, pero aún no hemos podido tener en Chile a otro de los principales exponentes de este género, como Madness. Los oriundos de Camden Town y creadores de “OurHouse”, durante la mitad de la década de los 80’s estuvieron más semanas en las listas inglesas que cualquier otro grupo, y hace poco anunciaron su duodécimo disco de estudio, Can’tTouchUsNow, que será lanzado en octubre de este año.

BAT FOR LASHES

Otra de las artistas que nunca se ha presentado en nuestro país es NatashaKhan, más conocida como BatforLashes, una de las cantantes que mejor sabe hacer una balada elocuente e intensa, quien plantea un acercamiento intelectual y casi erudito a la música. The Bride es su álbum más reciente, el cual ha tenido un buen recibimiento en la crítica.

M83

Música electrónica y dream pop francés. Eso es lo que presenta Anthony González y Nicolás Fromageau. Han transitado desde la electrónica hasta el rock instrumental y han participado en soundtracks de películas como Chronicle, Cloud Atlas de los hermanos Wachowski, Oblivion, como también con la serie de películas Divergente. Estarían muy ad hoc en el line up de una versión del Lollapalooza Chile.

WOLF ALICE

Si seguimos en la búsqueda de músicos que no han debutado aún en Chile encontramos a los ingleses Wolf Alice. Una mezcla entre folk y grunge es lo que distingue el sonido de esta banda, quienes han sido comparados con grupos que no tienen mucho en común entre sí como Hole y The XX. El single “Moaning Lisa Smile” les ha valido una nominación en los Grammy de este año para la categoría de Mejor Actuación Rock. El año pasado lanzaron su muy alabado primer disco, MyLoveisCool, considerado como uno de los mejores disco del 2015 por NME.

SANTIGOLD

Santi White, mejor conocida como su álter ego Santigold, ha experimentado con el pop y el underground actual estadounidense, resultando una de las artistas que mejor aúna en la actualidad ambos extremos. Ha sido comparada con la rapera inglesa M.I.A, quienes han sido influenciadas por James Brown y Aretha Franklin, por ejemplo. Hasta el momento tiene tres discos de estudio; Santogold (2008), Master of myMake-Believe (2012) y 99¢(2016), siendo este último parte del Billboard 200 en el puesto 55.

martes, 14 de junio de 2016

Sigur Rós: éxtasis místico



Luego de un potente regreso a las pistas en el Festival español Primavera Sound hace unos días, los islandeses Sigur Rós, una de las bandas más esperadas en Chile, anunciaron un tour por Canadá y Estados Unidos, con un espectáculo de formato “An Evening With…”, más íntimo, sin el apoyo de cuerda y viento, ni teloneros, para presentar canciones nuevas y otras que podrían estar algo olvidadas. Lo especial de todo esto es que será la primera vez en quince años que la banda presente nuevo material antes de su lanzamiento. Por mientras estarán en el circuito de festivales europeos hasta septiembre.
Pop de cámara con clara orientación vanguardista, el trío oriundo de Reykjavik, Islandia establece a este país como una auténtica Isla de los Bienaventurados de la experimentación musical. Llevando al límite la expresión vocal y las texturas orgánicas, gozan de una popularidad que contrasta con lo complejo de su estética. Poderosos mantras de guitarras procesadas completan un sonido único en su género, emparentado con lo mejor de la música de avanzada del siglo XX, desde el trabajo del visionario alemán Stockhausen hasta Pink Floyd. De alguna manera, su éxito da indicios de un cambio en las audiencias masivas, que siguen propuestas más atrevidas y se dejan seducir por sus ecos exuberantes y afilados.
Son un conjunto de elementos los que los hacen especiales, ya sea por la creatividad, el tenor de las melodías, los recursos que usan e incluso la expresión vocal, porque no solo cantan en islandés propiamente tal, sino que también en una amalgama entre este idioma y otro “inventado” por su vocalista Jón Þór Birgisson, el denominado Hopelandic o Vonlenska,sirviendo como una forma más primitiva de comunicarse, algo muy marcado en su disco (). De hecho, es tan distinto a su idioma que incluso un islandés común y corriente podría no entender nada del disco. Una característica bastante peculiar presente en todo el álbum. Un viaje introspectivo del que cuesta salir.
¿Y qué podría servir de inspiración para Sigur Rós al momento de componer y desarrollar su concepto tanto visual como musical? Sería difícil no tener como estímulo creador los paisajes casi surreales con tanta nieve y neblina contemplativa de su país natal, lo cual genera un ambiente perfecto para tal actividad. De esa forma han logrado crear una estética a partir de su música: contemplativa, nostálgica, borrosa e intrínsecamente humana. Han elevado los conceptos del post-rock y el minimalismo a cotas difíciles de alcanzar.
Y con respecto a su “relación” con nuestro país, para el debut de Radiohead en Chile el 2009 en la Pista Atlética del Estadio Nacional, supuestamente, se iba a contar con la compañía de Portishead (otra banda que nunca ha venido a estas tierras) y/o Sigur Rós, pero solo quedó en un rumor. Otro momento efímero de ilusión ocurrió en el marco del lanzamiento de Kveikur del 2013, cuando después de una conversación entre integrantes de la banda y fans latinoamericanos a través de Reddit se especuló que podrían venir a Chile a fines de ese año. Esta vez se esperaba también ver a Chile entre las fechas confirmadas para el nuevo tour de los islandeses y nada, de nuevo. Pero igual hay que tener en cuenta que varios artistas han debutado tarde, como ha pasado con The Cure y Bruce Springsteen, por ejemplo, que recién tocaron en Chile hace tres años. Nunca es tarde.

viernes, 10 de junio de 2016

Kaiser Chiefs: comenzar bien la semana



En estos días el frío de Santiago es insufrible, sobre todo si se trata de un lunes donde se reanuda la rutina con la universidad o el trabajo, y aunque en situaciones de este tipo se acostumbra quedarse en casa, el poder que genera un concierto es tan fuerte que deja en segundo plano cualquier obstáculo que se interponga para poder distraerse el primer día de la semana. Eso fue exactamente lo que pasó con la cuarta venida de los ingleses Kaiser Chiefs, quienes debutaron en Chile el 2008 en el marco del Festival SUE en el Movistar Arena, donde compartieron escenario con R.E.M. y The Mars Volta, girando en ese entonces con el disco Off With Their Heads.
No se había tenido la oportunidad de asistir a un show más íntimo de los oriundos de Leeds, ya que luego de su concierto en el Movistar Arena, su siguiente visita fue en el Lollapalooza 2013, donde marcaron uno de los puntos altos de la primera jornada de esa edición, y más tarde en la Pista Atlética del Estadio Nacional junto a FooFighters el año pasado. En esta ocasión el panorama fue diferente, en un recinto acogedor y con buena acústica, como lo es el Teatro La Cúpula, espacio que congregó a los seguidores más fieles de este grupo.
Eran las 9:03 pm cuando el quinteto de indie rock apareció en tarima. Como de costumbre, Ricky Wilson se encargó de volver loco al público con todos esos detalles que lo convierten en uno de los frontmans más sencillos de la actualidad. Everyday I Love You Less and Less de su primer disco Employment (2005) dio inicio a un intenso show lleno de baile y energía. “Somos Kaiser Chiefs” espetaba el carismático e incombustible Ricky Wilson, entre ovaciones y vítores de un animoso público. El entusiasmo fue en crescendo cuando sonó el hit Everything is Average Nowadays, coreado por todos los presentes, donde Vijay Mistry dio muestras de su calidad y energía como baterista, que no decayó en ningún momento del intenso show. “Es agradable estar aquí de nuevo. La última vez que estuvimos acá fue con Foo Fighters” comentaba el frontman previo al ya clásico Never Miss  A Beat, desatando el jolgorio máximo en la cancha.
La cercanía de la banda con sus fans es notoria, eso por la comunicación constante entre el cantante y su público. Esta vez el tecladista Nick Baines junto a Wilson bromearon con algunas frases hechas y palabras aleatorias en español, como con nombres de comidas por ejemplo: lomo o  albóndigas (mencionadas en más de una oportunidad). En repetidas ocasiones también el frontman se acercó a la barrera de la primera fila donde parecía que en cualquier momento se lanzaba como para un crowdsurfing.
Parachute, que no ha sido lanzada oficialmente aún, al igual que Hole in My Soul, prepara la entrada para Ruby,una de las canciones más esperadas de la noche, con la cual el público vuelve a enloquecer sabiendo acompañar con una energía acorde a los buenos exponentes de este indierock inglés que nos recuerda que el mejor baile es el que se tiñe de rock. Aquí la Cúpula se convierte en un verdadero karaoke masivo. Otras de las melodías memorables como The Angry Mob y I Predict a Riot continuaron la fiesta un poco antes del encore, con toda la Cúpula coreando. Todo esto para finalizar con una extendida Oh MyGod, terminando así el primer show en solitario de Kaiser Chiefs cargado de potencia y desplante musical.
Como lo comentó en un momento Ricky Wilson, los que habían asistido esa noche eran sus verdaderos amigos. No hubo mucha concurrencia como en ocasiones anteriores, pero estaban los apropiados para suscitar la catarsis vivida esa fría noche de lunes, ideal para comenzar bien la semana.

miércoles, 18 de mayo de 2016

Radiohead: eclecticismo musical



Este mes, los liderados por el virtuoso Thom Yorke lanzaron su noveno disco de estudio titulado A Moon Shaped Pool, lo que fue antecedido por un extraño cambio en la página y redes sociales del grupo inglés, las que quedaron en blanco, sin publicaciones ni nada, por unas horas. Luego surgió un sitio web de Radiohead renovado, apareciendo en pantalla el nombre de uno de los adelantos de su nuevo disco, “Burn the Witch”, lo que coincidía en cierta forma con el Día de Brujas en Alemania también, y con otras teorías que fueron tratadas entre los fans. Un par de días después las cosas se pusieron más claras con el estreno del video de “Burnthe Witch”, más tarde el del otro single “Daydreaming” y con el anuncio propiamente tal del sucesor de The King of Limbs.
Y aprovechando este tremendo acontecimiento, revisamos la evolución de Radiohead, quienes conciliaron el rock alternativo con tintes grunge con un rock más experimental/electrónico, sus distintas portadas conceptuales y su apoyo en internet para descubrir nuevas formas de dar a conocer su nueva música.
El primero, Pablo Honey (1993), génesis incomprendido y lo que los calificó como “promesa del rock inglés” en su época, fue universalmente reconocido como el peor disco de Radiohead, tanto por los temas como por el arte de la carátula, que coincide con las tendencias de diseño gráfico populares en el momento, que es otra forma de decir que es muy 90’s. Si uno se fija en los ojos del bebé en la portada, da la sensación de que no es querido, como ocurre con el disco. Después de su disco debut, fue Stanley Donwood el encargado de ilustrar las portadas de sus trabajos hasta el día de hoy.
Con The Bends (1995), hubo un cambio en la estética y en los temas para la banda, con un mayor uso de teclados. Y en esta ocasión, Donwood se inspiró en un periodo de pobreza en su vida para el diseño de la portada. Con una cámara vieja grabó a un maniquí, como los utilizados para los test de choques en vehículos. Y lo que respecta a su promoción, a mediados de los 90’s hubo una confrontación entre Radiohead y Suede, lo que provocó que The Bends acaparara toda la atención gracias a la polémica.
Y ya en 1997, con el glorioso OK Computer, lograron consagrarse y alcanzar una gran fama internacional, con un sonido que te sumerge con temas como la alienación moderna, lo que lo hace todo un ícono dentro del registro musical en la década del 90, influido por el discurso político de Noam Chomsky, y sin duda uno de los mejores álbumes de todos los tiempos. Al igual que en la portada de TheBends, Yorke junto a Donwood hicieron el collage con imágenes y textos, con el pseudónimo “The White Chocolate Farm” con colores predominantemente blanco y azul, como si fuera el color de un hueso blanqueado, con dos figuras de palo dándose la mano, donde aparecen autopistas, aviones, paisajes urbanos y frases inconexas. Así, todo el álbum representa las cosas que no se dicen en las canciones, como un complemento.
Desde el 2000 en adelante, internet empieza a jugar un rol importante en la banda, y donde se empieza a notar un cambio sustancial en el estilo de Radiohead. Con Kid A (2000) se reemplazan las guitarras por sintetizadores e instrumentos usados por músicos de techno. En relación al arte de este disco, tanto Yorke como Donwood se obsesionaron con el tema del cambio climático y los deshielos, eso explicaría la montaña en la portada. Y como suele ocurrir recurrentemente, hubo una filtración con este disco, lo que explicaría de alguna forma el éxito comercial de Kid A. La idea que se tenía sobre la promoción de este álbum era presentar esto como un trabajo cohesivo en vez de singles por separado. Cuando se filtró se compartió viaNapster tres semanas antes de su lanzamiento oficial.
Considerado como “otra toma del Kid A”, en Amnesiac (2001), tanto las letras como el arte del álbum tratan temas como la memoria y la reencarnación como en la mitología egipcia. Tiene el sonido tradicional de Radiohead con algo más experimental. En la portada aparece un minotauro llorando, lo que da entender que todos somos monstruos, mitad humanos, mitad bestias, en una prisión imaginaria.
Hailtothe Thief (2003) surge como una filtración en internet, al igual que  Kid A. Aquí de nuevo hay rock mezclado con música electrónica, y con letras inspiradas en la guerra del terror, ocurrido después de los ataques del 11 de septiembre. El arte aquí (PacificCoast), es un mapa de Hollywood con palabras y frases sacadas de la publicidad como “God”, “TV” y “Oil” en los edificios, entendiéndose como una crítica al consumo enfermizo del capitalismo.
Eclecticismo en la cúspide es lo que encontramos en el estilo de In Rainbows (2007), con pianos, música electro y celestes. La inspiración para esta carátula viene directamente desde el estudio donde trabajó Radiohead. Es como un arcoíris, pero tóxico. Para esto Donwood experimentó con la técnica de grabado fotográfico, poniendo los prints en baños de ácido con varios resultados, removiendo la cera del papel, lo que daba la sensación de ver una foto espacial de la NASA. Y lo atractivo respecto a la publicación de In Rainbows, fue que estuvo disponible para descargas donde se podía dejar un aporte monetario voluntariamente, algo no muy acorde con la industria.
Con The King of Limbs (2011) se exploran ritmos y sonidos incidentales, con mucho looping sampling. El arte del disco está influenciado por cuentos fantásticos del norte de Europa y su relación con la naturaleza y el bosque, por eso el dibujo de los árboles con ojos, extremidades y bocas, que están ahí como parte del espíritu viviente de la selva.
Y finalmente el 8 de mayo de este año se dio a conocer A Moon Shaped Pool, de una forma bien particular que dio pie a varias interpretaciones, tratándose de un resurgimiento de Radiohead. “BurntheWitch” fue compartido hace unos días con un video en stop-motion, como si de un video de Tool se tratara, que ahora además ha sido acusado de plagio, y el otro single, “Daydreaming” fue estrenado con un video dirigido por Paul Thomas Anderson.
Con más de 30 años de carrera, Radiohead posicionó como sustentable un rock difícil y complejo con una movida audaz y exitosa, como se ha demostrado a lo largo de su carrera, no por nada son considerados como una de las mejores bandas de todos los tiempos.

Stuart Braithwaite: “Atomic ha sido uno de los proyectos más intensos y satisfactorios”




A mediados de los 90’s nació la banda escocesa Mogwai. El nombre de la banda se suponía que era algo temporal, como muchos de los títulos de sus canciones, pero siempre han estado muy ocupados y distraídos con todo el trabajo que han producido hasta hoy como para preocuparse de aquello. En 21 años de existencia como formación, probablementeMogwai ya hayan hecho realidad todos sus deseos y los de cualquier banda que pueda cumplir sus características. Además de vivir muy bien de la música y gozar de buena fama internacional, ellos mismos regentan su propio sello Rock Action Records, desde el cual se mueven a sus anchas y toman cualquier decisión referente a las propiedades de un nuevo disco.
Y para hablar de su nuevo álbum Atomic, sobre grabar más bandas sonoras y próximos proyectos conversamos con su guitarrista Stuart Braithwaite.
Primero que todo, la última vez que estuvieron en Chile fue para el Festival Primavera Fauna dos años atrás. ¿Qué recuerdas de eso?
Fue un bonito momento, lo pasamos muy bien. Recuerdo la alegría de la audiencia en Chile. Se sentía una buena vibra en el ambiente.
¿Y qué opinas sobre el uso de celulares en los conciertos para tomar fotos o grabar durante el show? Eso es algo que te molesta? Porque es algo cada vez más común…
No, no es algo que me moleste, pero encuentro que es como una pérdida de tiempo. O estás pendiente del show o de tu celular para registrar algo. No me molesta, pero tampoco encuentro que sea una buena idea.
El 1 de abril será lanzado su disco Atomic. ¿Cómo ha sido trabajar en este álbum?
Ha sido una entretenida aventura. Desde que fuimos a Hiroshima a tocar y visitar el Peace Park este ha sido un tema muy cercano a nosotros. Los resultados finales, tanto el OST como el disco son piezas de las cuales estoy muy orgulloso. Todo el proceso comenzó con la primera sesión de la banda sonora, luego adaptamos la música para el álbum, así que en general fue una buena experiencia hacer eso.
Mogwai generalmente tiene un elemento de variación en sus canciones. Es “Ether” un buen indicador del estilo y sonido de Atomic?
La verdad no creo que sea tan así como un indicador del estilo de Atomic. Diferentes instrumentos a veces solo entregan resultados diferentes. “Ether” muestra más optimismo, a diferencia del sonido más pesado y oscuro en el resto del álbum. De todas formas, el soundtrack de Atomic ha sido uno de los proyectos más intensos y satisfactorios que hemos asumido como banda.
El grupo últimamente ha incursionado de manera más activa en OST de películas y series de televisión también. Tienen algún otro soundtrack pendiente? Así como trabajar con Aronofsky, por ejemplo?
Nos encantaría la verdad, pero honestamente hemos estado un poco ocupados. Estamos planeando grabar a fines de año. Además, también estoy tocando con MinorVictories desde el año pasado, así que en realidad no tenemos mucho tiempo para preparar otro OST. Probablemente pueda ser el próximo año.
Y si eso llegara a suceder el próximo año, ¿cuál sería su OST ideal? ¿Tienes un director favorito?
Si, me gustaría trabajar en el soundtrack de una película de Ridley Scott, por ejemplo. Admiro mucho su trabajo, creo que podríamos ser un buen equipo para algún film.
 Y cuáles son sus planes para este año después del lanzamiento de Atomic?
Vamos a hacer algunos conciertos, presentando la película de fondo con nuestra música. También estaré ocupado con mi otra banda Minor Victories, así que se vienen muchos desafíos para este año.

lunes, 21 de marzo de 2016

Die Antwoord: excentricidad en su máxima expresión





Olvidemos la preocupación del pop por reinventarse. Desde su avance impulsado por Youtubeel 2010, el dúo de rap rave sudafricano Die Antwoord se han inclinado por un aspecto distintivo, como hacia un rap más jugado. El rapero Watkin Tudor Jones AKA Ninja, viste boxers, varios tatuajes con una pinta desgarbada, y la rapera  Yolandi Visser AKA ¥o-landi Vi$$er, luce un corte de pelo como el del músico inglés Dave Hill de Slade en un color platino llamativo. Ambos aparecen en Chappie, la nueva película de ciencia ficción de Neill Blomkamp, luciendo de la forma que lo suelen hacer siempre, el perfecto atuendo para una distopía en un futuro cercano.
La trayectoria en la carrera de Die Antwoord ha sido tan impecable como su música. La mezcla de alcopop del rap africano gutural de Ninja y el canto como de un robot bebé de Visser ha significado confrontación desde el primer momento, como si se estuviera hablando de una mezcla de posturas recelosas y acusaciones de apropiación cultural. Su más reciente trabajo, DonkerMag del 2014, no se desvía mucho de la fórmula, pero esta exitosa gira sugiere que encontraron una receptiva audiencia en Chile, o que su reputación de shows en vivo dementes les precede.
Había terminado recién la presentación de los suecos Ghost en el ACER-WINDOWS 10 Stage, y ya la gente se estaba aplastando adelante para poder estar lo más cerca posible de este  dúo de electro rap que tenía fijado su show para 45 minutos después. Y cuando ya llegó la instancia de irrumpir en el escenario, Leon Botha, un pintor sudafricano y DJ, así como uno de los sobrevivientes más viejos de progeria apareció en la pantalla gigante del escenario, para dar la bienvenida al DJ Hi-Tek, a Yolandi y Ninja, quienes vestían unos buzos naranja flúor con capucha. “DJ Hi-TekRulez” del TEN$ION, lanzado el 2012, fue lo que comenzó esta verdadera revelación del festival.
Como si de una obsesión infinita de Yayoi Kusama se tratara, en la pantalla del fondo del escenario, en repetidas ocasiones, se podía ver falos gigantes de colores, que hacían movimientos entre graciosos y pornográficos. Y una de las cosas que quedó en la duda es si efectivamente Yolandi se equivocó y pensó que estaba en el país vecino al decir “Gracias Argentina”, algo que la mayoría prefirió catalogar como una broma solamente, y que en realidad quedó en segundo plano, dejando a la sensualidad y el contacto con el público como protagonistas.
“Ugly Boy” del DonkerMag, que usa un sample de la canción “Ageispolis” de Aphex Twin, fue una de las canciones más celebradas por todos, mientras se transmitía el bizarro videoclip del tema, con la participación de la modelo Cara Delevingne, Marilyn Manson, Flea de Red Hot Chili Peppers, el actor Jack Black, entre otros, lo que transformaba en una verdadera fiesta al escenario ACER. Y como la personalidad de Ninja no conoce límites, no tuvo ninguna complicación para bajarse los pantalones en medio de una canción y ‘hacer cara pálida’. “Este es Ninja de Africa” espetaba el rapero.
Hace un tiempo, Die Antwoord compartió escenario con Johnny Depp y Marilyn Manson, ocasión que Ninja aprovechó para tirarse al público varias veces, y ahora en la edición chilena del Lollapalooza no iba a ser la excepción, porque durante “Pitbull Terrier”, Ninja con su máscara de perro Pitbull saltó sobre la audiencia, enfervorizando aún más el ambiente.
Lo que se estaba viendo era un show de rap electrónico y hip-hop alternativo, no un concierto de trash metal o de rock donde los mosh son una práctica que no puede faltar, no obstante, durante la locura desatada con Die Antwoord se vieron mosh entre el público, y el hit “Baby’son Fire” mantuvo el baile y la verdadera fiesta formada en el ex PlayStation Stage bajo una luna llena.
“I Fink U Freeky” fue otro de sus temas aclamados que sonó, entre bailes y agite muy histriónico, como se pueden apreciar en el video de esa canción. Con un registro vocal muy agudo, la rubia de pelo largo se mueve enérgicamente. Va de un lado a otro y visto desde abajo se siente la energía que hay entre ellos, tienen total entendimiento escénico. Hay equilibrio entre sus acrobacias y sus raps que terminan con algo de dubstep. Y ya casi llegando al encore, Ninja volvió a tirarse sobre las cabezas de los fans.
Pero una de las partes más jocosas y raras del show fue durante el encore, cuando de pronto, al terminar “Enter the Ninja”, el rapero empezó a quitarse la ropa para lanzársela al público, como las zapatillas, los pantalones, polera, todo, hasta quedar totalmente desnudo. Así fue como se cerró la sexta edición del Lollapalooza, con un show que hipnotizó al público con este hip-hop con sonidos étnicos, cantado no solo en inglés, sino que también en sus lenguasafrikáans y xhosa. Y con una estética que intenta causar repulsión también, al mostrar cosas que podrían considerarse como abyectas o fuera de lo común, lo que se aprecia muy bien en sus videos, en lo que exponen en las pantallas durante los conciertos o en su extraña forma de vestir. Una verdadera excentricidad en su máxima expresión.

Ghost: domingo de misa




Ghost, la enigmática banda sueca (conocida también como Ghost B.C.) en este momento se encuentra en un lugar extraño dentro del metal. Son, quizás, la única banda moderna de metal en ganar premios, tanto por Darkthrone Fenriz (uno de sus primeros apoyos como parte de su “Band of the Week”) y Dave Grohl, el carismático e hiperquinético frontman de Foo Fighters y ex baterista de Nirvana, que ha tocado con Ghost en conciertos y produjo su EP If YouHave a Ghost. El mayor atractivo de Ghost no es solo su sonido algo retro, sino que también su presentación, lo cual combina el anonimato del black metal con una teatral, a veces macabra inclinación, un poco retirada de King Diamond, así como un nuevo Kiss.
Pero si su segundo disco de 2013, Infestissumam suponía ser un disco no tan taquillero, la verdad no podría haber habido uno peor para poner esa expectativa. Opus Eponymous, su descarado debut del 2010, al menos tenía solidos ganchos. Se podría hacer una analogía al querer atrapar moscas con miel o vinagre; con lo primero sería más factible, pero también se tendría que considerar que el vinagre es un ingrediente importante en el metal. Y con Meliora, su tercer LP dejaron el temporal B.C. de su nombre y volvieron a un sonido más pesado, abandonando su estilo híbrido de MercyfulFate/Blue ÖysterCult por unas influencias más folk y parecidas a Deep Purple. Es por lejos un registro que atrapa más que Infestissumam, pero aún así, queda en la nebulosa si Ghost debiera catalogarse o no como un nuevo representante principal del metal.
Y para su tercera presentación en Chile, luego de su bien recibido debut en el Estadio Nacional, junto a Slayer y Iron Maiden, y su también exitoso concierto propio en el Teatro Caupolicán, se esperaba ver un show bastante poco convencional para un festival como Lollapalooza, pero como siempre debe existir un espacio para la música mas bien alternativa, tener al Papa Emeritus III y sus Nameless Ghouls, nombre con el que se conoce a los miembros de este “anónimo” grupo, parecía funcionar bien.
Faltaban unos minutos todavía para que empezara el show, pero el ACER-WINDOWS 10 Stage no paraba de recibir gente para presenciar esta propuesta oscura, potente y extravagante como lo es este grupo de metal sueco. Y como es de costumbre en todos sus shows, al inicio, empezó a sonar “Masked Ball” de Jocelyn Pook, popularizada en la brillante última película de Stanley Kubrick, “Eyes Wide Shut”. Los Nameless Ghouls aparecieron con las usuales místicas máscaras y el vocalista, cada vez más cercano al estatus de ícono, salió con la cara pintada asemejando el rostro esquelético que es propio del frontman. El fondo del escenario hacía alusión a demonios y Anticristo, temas a los que se refieren en sus canciones y ya son sello de la banda.
“Fromthe Pinnacle to the Pit”, canción de su último trabajo, Meliora, partió la noche llena de misterio y religiosidad. Le siguieron la tremenda “Ritual”, “Stan byHim”, del cualla audiencia gozó cada nota y “Cirice”, del nuevo disco que venían a promocionar y que ganó en la categoría de mejor performance de metal en los Grammy de este año. Los mosh estuvieron presentes sin descansos, con los fans celebrando este montaje único en su género. “Están teniendo un buen festival? Han visto shows que les han gustado? Este? Preguntaba el nuevo frontman, el Papa Emeritus III, quien ingresó a la banda a mediados de 2015.
En resumen fue un show preciso y correcto, con un sonido que fue de muy buen nivel. La banda no paró de tocar en los 60 minutos, con una muy buena coordinación y desplante en el escenario además del obviamente muy buen desempeño musical, Indudablemente, un espectáculo contundente para los seguidores de Ghost, como buen domingo de misa.

Bad Religion: sonido inoxidable de punk




Con más de 30 años de punk rock, Bad Religion son una de las bandas más influyentes en este género. Con su más reciente álbum, True North, que fue lanzado a principios de 2013, Bad Religion ha demostrado una vez más que tienen mucho que aportar todavía. Canciones que son melódicas y explosivas que significan más que una simple canción punk son parte del sello de los angelinos. Actualmente se encuentran en un momento bien particular; el guitarrista Greg Hetson, uno de sus miembros que llevaba más tiempo en el grupo, dejó a Bad Religion el 2013, al igual que Brooks Wackerman, que fue baterista de la agrupación durante una década hasta octubre pasado, y que estuvo en la quinta edición del Lollapalooza acompañando a la superbanda del bajista Robert Trujillo, Mass Mental.
Pero esas bajas tampoco han significado un inconveniente sin solución, ya que Mike Dimkich y Jamie Miller en guitarra y batería respectivamente han podido reemplazar adecuadamente y proyectar una energía en la banda para poder continuar esta etapa con todo el talante por el que es conocido Bad Religion. Y ad portas de su sexta presentación en Chile, cerca de las 4:15 pm en uno de los escenarios principales, el ITAÚ Stage, se divisaba el crossbuster en el fondo del escenario,  y “21 Century (Digital Boy)”fue seguida de un “Bienvenido, esto es Bad Religion” en español. “Hace mucho que no nos veíamos, 2 o 3 años más o menos” decía Greg Graffin, quien ha sido el vocalista y ente compositor del grupo angelino desde su formación.
“New America”, que se desprende de The New America del 2000 continuó con el jolgorio y toda la audiencia coreando y saltando. El oldschool “Do What You Want” mantuvo el fervor. “Quienes nos han visto antes conocen esta canción”, espetaba Graffin antes de interpretar ese clásico de 1988. El mosh era algo que no podía faltar en un show de BadReligion, algo no muy común dentro del festival, asunto que fue criticado también porque pagar tanto (como sucede con Lollapalooza) para ir a ver a un grupo punk como que no van muy de la mano.
“Los Angeles is Burning” y “You” sobre todo ésta última, perteneciente al No Control y popularizada por el videojuego Tony Hawk’s Pro Skater 2 marcaban uno de los momentos altos de la tarde, siendo completamente cantada por los fans. Y como era un show enfocado en los hits por el poco tiempo, “Infected”, la cual ya adquirió la etiqueta de himno, generó el climax, que antecedió a “Sorrow” del 2002, uno de los último temas y que hacía sentir lo rápido que se había pasado la hora.
Los slam, circlepit , etc, eran la postal que se mantuvo durante todos los temas del set list de esa tarde que difícilmente se borre de la memoria de los presentes. Una real retrospectiva por la carrera de esta agrupación que se encumbra por los 35 años de trayectoria.
El encargado de cerrar de la mejor manera los moshpit interminables fue la tremenda “American Jesus” del RecipeforHate, con una euforia bastante aguda, porque aunque no fuera un show punk propiamente tal, el entusiasmo no venía solo del público porque verlos en un escenario de este festival significaba toda una novedad.
No fue el usual concierto largo al que se está acostumbrado a ver, y por eso fue un show más bien enfocado en hits, pero de todas maneras toda alma que estuvo presente en el ITAÚ Stage disfrutó a este histórico grupo del más puro punk californiano, siempre fiel a sus creencias. El cierre llegó minutos más tarde con el primer sencillo del RecipeforHate, un agradecimiento y la promesa de un pronto retorno de Bad Religion, una banda que mantiene su sonido y su actitud inoxidablemente viva.

Eminem: dios del rap





Eminem podría usar un truco publicitario, y su disco más reciente, The Marshall Mathers LP 2 sería justo lo que el terapeuta pide. Durante los 16 años transcurridos desde The Marshall Mathers LP, el rapero blanco nunca ha perdido sus habilidades acrobáticas en el micrófono. Sin embargo, algunos álbumes posteriores se sienten algo herméticos, pervirtiendo la rabia en un rock star quejándose en el Encore del 2004, el horrorcore de Relapse del 2009 y la purga en Recovery del 2010. The Marshall Mathers LP 2, que estuvo presente esta noche con “Berzek”, el loado por todos “Rap God”, con Eminem fraseando a una velocidad imposible y TheMonster, es una suerte de reclamo, que trata sobre cabrear al mundo para tener uno más transparente y menos cínico.
La nostalgia está en todas partes. El apadrinado por Dr. Dre se rodea de alusiones del clásico hip-hop, como el trabajo de Rick Rubin con los samples de los BeastieBoys en “Berzek”. El único Maestro de Ceremonias invitado es Kendrick Lamar en “LoveGame”, probablemente porque su manera de rapear le debe mucho a Eminem. Sin embargo, la obsesión original del rapero oriundo de Detroit, su propia imagen mediática, ha sido reemplazada por la de un enervado con preocupaciones. Sigue siendo un solipsista. Rapea sobre asuntos muy eclécticos, como no poder encontrar una forma de descargar música de Luda en el computador y referirse a temas que dieron mucho de qué hablar durante los 90’s, como lo que sucedió con los criminales Jeffrey Dahmery Unabomber.Pero independiente de las letras y los samples usados en los últimos trabajos del Slim Shady, su propuesta parece encajar bien en estos tiempos, porque aún puede darse el lujo de ser headliner de un evento tan magno como es Lollapalooza en Chile.
“Won’t Back Down” feat. Pink fue la canción que abrió la cátedra de hip-hop de la noche, la misma canción que inició sus shows en las ediciones del festival en Brasil y Argentina. Eminem vestía una capucha y una polera con la frase “Get off my dick” en la espalda. La pantalla gigante del escenario, la más grande que ha habido en la edición nacional del festival, transmitía la imagen de una vieja radio de los 80’s, parecida a las que usaban las influencias del Slim Shady como Public Enemy y Run-D.M.C en sus videos. Fueron muchos años de espera para ver a uno de los artistas que desafió al género del rap con su estereotipo de música exclusiva para gente de color y que a comienzos del 2000 saturó con justa razón a MTV, cuando todavía MTV consideraba más trascendente un videoclip que un reality show.
Eminem presenta a una banda con dos baterías sobre la tarima, bajo, guitarra, teclados y tornamesa. Junto a él está Royce da 5’9, músico que forma parte de un proyecto paralelo de Em y quien lo acompaña esta vez en las rimas e interactúa con el público. El flow de Eminem es sorprendente y tiene la talla de los grandes del género, indiscutidamente. A veces acelera los beats de su fraseo o rimas como si fueran trabalenguas. Fueron 33 canciones en una hora y media, que alcanzaron porque alguno de los temas que interpretó fueron cortados y mezclados de tal forma que calzara con los tiempos, como sucedió con varios de los hits como “My Name Is”, el himno “The Real Slim Shady” y “Without Me”.
En realidad, no parecía un show dentro de un festival, más bien se sentía como si hubiese sido un concierto de Eminem. Los fans estaban en éxtasis y celebraban todo lo que ofrecía Eminem y su compañero Royce da 5’9, que ganaba protagonismo durante la presentación. En la interacción con el público participaban ambos, manteniendo en todo momento un ambiente cálido, a pesar de lo fresca que estaba la noche, y lleno de entusiasmo. “This shit is crazy!” exclamaba Eminem, y destacó que era la primera vez que estaba en Chile.
Era como estar viendo “Mad Max:Fury Road”, el climax duraba desde que comenzaba la travesía hasta que terminaba. Hubo algunos covers también, “TheHills” de TheWeeknd, “AirplanesPart II” de B.o.B. y “Forever” de Drake. El clásico “Stan” feat. Dido, “SingfortheMoment” que usa samples de “DreamOn” de Aerosmith y “LikeToySoldiers” marcaron el show, todo eso acompañado de fuegos artificiales que enmarcaban una postal inolvidable.
Y antes de llegar al encore con “Lose Yourself”, que ganó un Oscar como mejor canción original por la notable película 8 Mile, dedicó “Not Afraid”, del Recovery, “a todos los que habían perdido a alguien”, cerrando así la primera jornada festivalera. Se extrañaron algunas canciones oldschool como “Role Model” o la bailable y satírica “Just Lose It”, pero el catálogo de Eminem es amplio  y se requería más tiempo.
Demoledor. Eminem debería haber venido hace diez años cuando su voz era una explosión de odio y rencor del sueño americano hecho pedazos. Sin embargo, parece el momento justo para un público chileno que aprecia bastante este tipo de música. Frente a otros monstruos del género como Kanye West o Kendrick Lamar, el hip hop de Eminem es de la vieja escuela, de acuerdo a los tiempos de la industria musical y con un flow que rompe las dicotomías raciales del género. Sus transgresiones no están en su música sino en su habilidad para aplastarte con su ritmo y sus versos. En este primer concierto Eminem, más allá de su estrellato y sus provocaciones, demostró por que es una de las figuras del género, en un olimpo de maestros.

Candlebox: naturalidad y nostalgia




Remontémonos a inicios de los ’90…
Candlebox  fue uno de los últimos jinetes de la gran ola del grunge en Seattle de comienzos de la década. Consecuentemente, estuvieron ala vanguardia de la ola del post-grunge, donde esta nueva música catalogada como “alternativa” se fue convirtiendo en algo menos alternativo con el tiempo.
Su disco homónimo y primer trabajo salió a mediados de 1993, un par de años después que sus contemporáneos de Seattle irrumpieran en el panorama musical internacional con un sonido fresco y novedoso. Además, el éxito comercial tomó un tiempo para materializarse porque el disco en la lista de Billboard 200 estuvo hasta más de un año después de su lanzamiento, aunque permaneció en los charts durante dos años consecutivos.
Ahora, regresemos a 2016…
Se escucha música de Soundgarden mientras se espera que la banda salga a escena. Llega gente con poleras de Pantera, Stone Temple Pilots, Alice in Chains y otros artistas del género y época. Aún no aparece Candlebox, pero hay bastante gente en el ACER-WINDOWS 10 Stage, a pesar del sol que llega con fuerza y quema sin piedad. En unos minutos aparece en la pantalla gigante del escenario: CANDLEBOX y un clásico, “Arrow”, de su disco homónimo de 1993, dando inicio a una potente y eufórica presentación.
“Buenas tardes, venimos de Seattle, Washington. ¡Qué tengan un buen día!” dice el incombustible Kevin Martin.
En medio de “BestFriend”, que se desprende de Lucy del ’95 y de la hiperventilación de los fans, vino el esperado “oooolé, olé oléolé”, seguido de aplausos y ovación en general. Más adelante Martin presenta a Mike Leslie, guitarrista que acompaña a la agrupación desde el año pasado y el entusiasmo es constante.
“Muchas gracias amigos. Quieren oír algo de Duran Duran?” pregunta el incansable vocalista, antes de cantar “Hungry like a Wolf”, como lo hizo Eagles of Death Metal anteriormente con “Save a Prayer” en el VTR Stage.
Todo esto, mientras la comunicación entre el público y Kevin surge de forma muy natural, con el frontman constantemente preocupado por si el público estaba pasando un buen rato.
Durante “Change”, Kevin ayuda a la gente a capear un poco el calor y la sed tirando agua con una botella, para después tirar la botella, con los fans tratando de agarrarla como si fuera una baqueta o una uñeta. Es el momento cuando Kevin recoge también una bandera chilena, y grita nuevamente “ooolé, olé oléolé”.
Y con un desplante con una intensidad desbordante, el vocalista vuelve a preguntar: “Quieren volver a 1991?”. Luego de “Change” siguió el hit “Cover Me”, acompañado de un coro al unísono.
La audiencia le aceptaba todo; una nueva canción, una vieja canción, un cover, lo que ofreciera Kevin Martin y Cía. Y luego del famoso “You”, de tomar un poco de cerveza y presentar a la banda, Martin pregunta si gustaba Pearl Jam, para luego interpretar “Alive” en honor también a DaveKrusen, baterista de Candlebox y de Pearl Jam durante el álbum Ten, dejando un glorioso recuerdo para todos los seguidores del estilo que “la llevó” durante los 90’s..
“Los amamos, somos Candlebox y esto es FarBehind” fue cómo concluyó uno de los pocos shows rockeros del lineup del festival, que debió presentarse un poco más tarde de lo agendado y en otro escenario. Una situación peculiar considerando que no se trata de una banda que recién se está conociendo o no tenga mucha experiencia. Son un verdadero ícono del grunge y post-grunge.
Lo que más agrada de la nueva música en el último disco LoveStories&OtherMusings, y que se pudo escuchar un poco ésta vez, es que los oriundos de Seattle siguen avanzando, creando, evolucionando su sonido y produciendo buena música. Y solo después que dejaran al público enganchado con su nuevo álbum, retoman la actitud de, “ah, por cierto, aún podemos romperla con estos temas que grabamos hace unos años”. Y las razones sobran para creerles.

La revancha de Jiminelson en Lollapalooza




No es la primera vez que la banda nacional Jiminelson se presenta en un escenario de la edición local del Lollapalooza. Fue el 2012, esa memorable ocasión con Björk, ArcticMonkeys y FooFighters como headliners, con mucha expectación sobre todo por el debut de ésta última banda que se encontraba en uno de sus mejores momentos, cuando el grupo de Gustavo León Capdeville, a diferencia de esta vez que abrió en un escenario, el ACER-WINDOWS 10 Stage, cerraba en el HuntchaStage, terminando justo unos cinco minutos antes de que empezara el show de DaveGrohl y compañía. En ese entonces, su disco más reciente era el elogiado Serendipity Vol.1, que tenía algunos temas en inglés, una tendencia soul y negra que los popularizó internacionalmente, y donde se notaba un cambio también en el sonido, así como más maduro y estructurado comparándolo con sus primeros trabajos. En ese caso se podía tener bastante confianza con la presentación de la banda, pero la performance en sí no fue lo que se esperaba ese 2012.
Pero ahora el panorama era diferente. Este 2016 nos referimos a una agrupación que tiene más experiencia, que lleva más de una década de carrera, que está por sacar su quinto trabajo, sucesor del aclamado Supreme, como “A LoveSupreme”, obra magistral de John Coltrane, disco producido por Pedro Subercaseaux, más conocido como Pedro Piedra, y que es el resultado de años de componer y acumular experiencias de vida. Con eso dejamos de lado los problemas técnicos que pudo haber en su primer show en el Lollapalooza, como no poder afinar la guitarra de Gustavo, y apreciamos en todo su esplendor a Jiminelson.
Faltaban diez minutos para que comenzara el show de Jiminelson. De a poco llegaban más personas al ex PlayStation Stage, ahora ACER-WINDOWS 10 Stage con una temperatura aún soportable. Ya era la 1pm y los muchachos que comparten el nombre con un niño que perdió su pase escolar se disponían puntuales en el escenario, motivados por estar de vuelta en uno de los festivales más relevantes del país. El inicio fue con “Alguien ya estuvo aquí”, tema que liberaron dentro de un EP por internet dando el toque bluesero al comienzo de la primera jornada.
Vitamines”, con una base rítmica  de reggae, que se desprende de uno de los discos más queridos por Jiminelson, Supreme del 2013, continúa el show, que hasta el momento suena impecable y sin ningún problema evidente de sonido. La audiencia respondía animada, notándose que la mayoría los venía siguiendo desde hace un tiempo, como también había algunos asistentes que se acercaban al lugar para conocer este grupo que promete muchísimo.
“Llega un día” canción perteneciente del sucesor de Supreme, Valle de Oro, que podría salir el próximo mes, no podía faltar igual, momento en que, el único integrante fijo del grupo dejó la guitarra a un lado para interpretar esta canción, que a diferencia de los temas de Supreme, está en español. Y aunque Jiminelson, desde que se creó, haya tenido diferentes formaciones, y solo Gustavo León sea quien permanece desde el origen, son una banda y la conexión entre ellos es notoria.
“Esto se llama, si se la sabe, cante” espetaba Gustavo antes de interpretar “El Delincuente” de Amor del Rey del 2008, uno de los temas  que los hizo recibir reconocimiento fuera de Chile, y los llevó a hacer giras por Argentina y Estados Unidos, ocasión que aprovechó también para dedicársela “a todos los hijos de puta que tienen al país como está actualmente”, lo que fue aplaudido unánimemente.
Si bien era Jiminelson los que estaban tocando en el escenario, Arcadia tuvo su momento, cuando invitaron al escenario a la actriz e integrante de Arcadia, Fernanda Urrejola, para cantar a dúo “Wheel of Love”.
“Dejen la cagá, rompan el pasto, lo que quieran” exclamaba Jiminelson ya en la última parte de la presentación. Se sentía confianza y el carisma de Gustavo. Quedaban unos pocos minutos para que terminara su show, pero las ganas de continuar estaban y el soul de “We Never Kissed Goodbye” y “TheSunGoes Down”, ésta última incluida en el OST de la película Música Campesina de Alberto Fuguet, se hicieron presentes también, con Gustavo acercándose al público de la reja mientras agradecía a todos por venir, finalizando un memorable espectáculo.
No hay duda de que ha habido una sofisticación en el sonido de Jiminelson, desde un blues más agreste hacia un folk y soul propiamente tal, con una estética notoriamente más elegante, acompañada de una voz no convencional dentro del rubro en Chile, áspera e intensa. En las canciones se nota un trabajo y la intención de crear un concepto, y eso quedó demostrado en estos 45 minutos de show saliendo invictos de esta revancha.

Eagles of Death Metal: la importancia de mantener las cosas simples



“Este no es un proyecto paralelo para mí. Estoy en dos bandas. Tengo esquizofrenia musical, y ésta es una de esas personalidades. En resumen, son increíbles” comenta el líder de Queens of the Stone Age al reafirmar su compromiso con Eagles of Death Metal. Ésta última formada por Homme y Jesse Hughes en 1998 en Palm Dessert, California, apareciendo por primera vez en TheDesert Sessions Volumes 3 & 4 lanzado ese año. Y a pesar de haber tenido a Joshua Homme en más de una oportunidad en Chile, Eagles of Death Metal recién debutará este año en la sexta edición del Lollapalooza Chile. Esperemos que algún día pueda suceder algo parecido con Them Crooked Vultures, otra banda con un nombre que alude a aves (curiosamente) y que lamentablemente aún deseamos ver por estos lados.
Cuando Eagles of Death Metal lanzó su álbum debut el 2004, los exponentes del garaje rock no estaban bajo ninguna obligación de tener un total de cuatro discos (excelentes, por cierto) doce años después. El frontman Jesse Hughes y el considerablemente más famoso Josh Homme eran amigos que querían hacer música juntos, lo que hicieron sin ninguna muestra de delirios de grandeza. Zipper Down es el primer disco del grupo en siete años, lo cual es extraño teniendo en cuenta sus inicios: ese debut, Peace Love Death Metal, fue grabado en tres días, y el segundo y tercer disco salieron el 2006 y 2008 respectivamente, por ese momento era habitual, volver a lo básico del rock.
Una cosa sobre Eagles of Death Metal: las viejas canciones suenan exactamente tan buenas como cuando recién se formaron como banda. Eso es porque los sonidos de los cuales se han inspirado  no han cambiado. La lista empieza con la fundación del rock n’ roll de Chuck Berry y Elvis Presley, el Beggars Banquet y el Exile onMain St. de The RollingStones, la inmediatez fiable de The Ramones y algo de la sátira Thisis Spinal Tap en buena medida. Pero mientras hay tantas comparaciones para hacer, el nuevo disco no suena tanto o lleva algo en particular, aunque capture la sudorosa, la energía inagotable que espiritualmente une a esos músicos que los precedieron.
Homme ha lanzado discos con Them Crooked Vultures y Queens of the Stone Age desde HeartOn, por lo que es especialmente bueno tener al relativamente menos prolífico Hughes. “Boots Electric”, “TheDevil”, “Fabulous Weapon”, como se le quiera llamar, Jesse es una de las personalidades indiscutibles del rock. Esto viene de sus  presentaciones en vivo y sus letras, que son relajadas y lúdicas, excepto cuando están algo serios, pero lúdicos también. Una de las canciones de Zipper Down, “Silverlake (K.S.O.F.M.)”, por ejemplo, es una parábola sobre los hipsters en Los Angeles; el ridículo sentido del sujeto de derecho en la parte “Don’tyouknowwho I am?” se convierte en un reconocimiento de la duda misma “I don’tknowwho I am”. Sin embargo, esa indiferencia común está bien, incluso el punto del grupo en este caso. No es como cuando se necesita escribir una canción de más de diez minutos sobre los rasgos de una mujer o cualquier tema que pueda servir para un letrista de rock.
Mientras Zipper Down se mantiene fiel al sonido esperado de Eagles of Death Metal, sigue estando a un paso más allá. Los tonos de la guitarra suenan con más ímpetu que nunca, al igual que con la batería. Este último disco abre con “Complexity”, la misma canción que dio inicio al Honkey Kong, disco que sacó Hughes el 2011 bajo el seudónimo de “Boots Electric”. Pero esta versión de EODM tiene un arreglo distinto. Después de todo, Eagles of Death Metal todavía trabaja con una instrumentación modesta, además de los coros de la pareja de Hughes, la estrella porno Tuesday Cross. A partir de ahí, las cosas son por lo general tan discordantes, y de esa identidad cohesiva surgen canciones individuales, muy distintas a las canciones de rock que se escuchan actualmente.
Zipper Down es el primer disco de Eagles of Death Metal desde el cambio de sello a Universal. Suena mejor que sus tres primeros álbumes, pero esto sigue siendo EODM, y las canciones más destacadas lo confirman. “Got a Woman” demuestra eso, además de merecer ser “repetida” más adelante en el registro como “Got a Woman (SlightReturn)”. “I LoveYouAllthe Time” se encarga de endulzar las festividades con un poco de acento americano y francés para manifestar más romanticismo en algunas líneas. Más adelante, está el cover de Duran Duran con “Save a Prayer”, y ya terminando el disco las cosas se ponen un poco más religiosas con el punto culminante en “Reverend”, que asienta con la creencia cristiana de Hughes.
¿Le tomará siete años más a Eagles of Death Metal lanzar otro disco? Hughes tendría cincuenta, y aunque es probable que todavía esté cantando sobre mujeres de la mitad de su edad, Zipper Down tiene canciones que deberían aumentar la demanda y motivarlos a sacar más de un trabajo en los próximos años. Por ahora, y como dice Jesse y como sostiene “Complexity”, “hay que mantener las cosas simples” e ir a su show a las 2:30pm en el Acer –  Windows 10 Stage en esta esperada nueva edición de Lollapalooza.