jueves, 20 de febrero de 2014

Una semana en Los Angeles, CA.


 Siempre quise visitar EEUU (sobre todo LA). Hasta el momento había desperdiciado varios viajes al extranjero. El primero era a Europa, como gira de estudio, donde visitaría Francia, España, Inglaterra y Alemania, pero me cambié de colegio, y otro a Brasil, que también no aproveché por ser una ridícula antisocial. Esta vez era un viaje familiar, así que ni lesa de decir que no a la invitación. Fui a muchas partes, a pesar de que no estuve mucho tiempo (7 noches). Chinatown, Old Town Pasadena, Long Beach, Arts District, East and South LA, West Hollywood, Downtown (lugar donde me estaba hospedando), Malibu, Santa Mónica, y otros tantos sectores de LA fueron los que visité. Todos los días me despertaba temprano, onda, como a las 07:00 am, para aprovechar la luz de día, porque me encontraba en otro hemisferio, y era invierno, por lo tanto, oscurecía como a las 05:00 pm :\ aunque de noche también habían actividades por hacer, y con el flash de la cámara igual servían las fotos en la noche. 

 Encontré muchos aspectos positivos en LA, también negativos, pero estos son superados por los primeros. El respeto mutuo, la limpieza en las calles o en el transporte público, el amor hacia los animales, la tolerancia a la diversidad de raza y la entretención urbana lo apreciaba un montón. Por ejemplo, daba lo mismo la forma en que andabas vestido, nunca te iban a piropear ni a decir nada de ningún tipo, como también si andabas hablando solo, o haciendo algo extraño, no se iban a reír de ti ni nada. Cada uno iba en su mundo, sin invadir el espacio del otro. Esto fue algo que realmente me gustó. Me hizo sentir muy cómoda. Aunque en Chile casi nunca me dicen algo en la calle, mas bien cosas que tienen que ver con lo que ando vestida (aludiendo a algún grupo o cantante) o un hola. De hecho, creo que lo más "freak" que me han dicho ha sido "te amo", y nada más. Aparte que eran unos chicos como de mi edad, que no había visto nunca en mi vida. Raro, cierto? Bueno, en Los Angeles, no sucede. Como en el Metro multan con $250 por tirar basura en el piso, obviamente la gente piensa bien si en realidad es tan importante ensuciar la via publica o no, algo que no pasa aquí, en Stgo. donde, personalmente, creo que debería hacerse, no porque estemos hastiados de basura en el metro o en otra parte publica, sino mas bien para prevenir. También,  y yo creo que es una de las características que más le llama la atención al chileno que va a USA en general, es que casi no hay perros abandonados en las calles, en verdad, no vi ninguno en la calle que no fuese de alguien. Todos los que vi iban con arnés o con su dueño al lado, pero ninguno en mal estado, solo y comiendo lo que encontrase en la calle. Ojalá en Chile lleguemos a eso. Así me darían más ganas de seguir viviendo en Stgo. si solucionaran ese problema, que llega a ser grave a veces. La discriminación por la diferencia racial pareciera que es un tema que no se reparará nunca íntegramente. No obstante, si se ha mejorado bastante, algo que noté cuando caminaba por la calle, andaba en el tren o en el bus, todos éramos iguales. En general, me sentía segura en cualquier parte de LA. En ningún momento tuve miedo de que pudiesen asaltarme o me pudiese pasar algo que lamentaría después. Además, tengo entendido que en ciertas calles, al menos en 7th St, que era donde quedaba el hotel donde me hospedé, había policías de civil, a parte de estar bien iluminadas las calles, algo que extrañé cuando llegué a Stgo, jaja. 

 La amabilidad de las personas, en su mayoría, es algo que no puedo dejar de lado, porque en muchas ocasiones, nos ayudaron, con mi mamá, a llegar a una determinada dirección, y no siempre cuando me acercaba a alguien a preguntar, a veces no era necesario, porque si me veían con cara de no entender hacia donde ir, no faltaba la persona que me decía "help?" o algo así. Como también las personas que se adelantaban con el pago de algunos buses que no permitían TAP, y se necesitaba otra tarjeta o la plata justa, y no querían recibir el dinero de vuelta. O el sujeto que me veía por las antiguas calles de Pasadena y me decía el 14 de febrero "Happy Valentine's Day".  Los amé a todos ellos. 

 Una cosa si que me pareció rara, y que debe tener con el diseño de la ciudad para los que tienen auto, o me movilizan mas de esa forma, es la ubicación que tenia el Urth Caffe de South Hewitt, porque estaba al frente de una estación de servicio, y desde Alameda no había ninguna vereda para llegar hasta el restaurante. Entonces, había que llegar haciéndole el quite a varios camiones y vehículos que pasaban por 5th St. Aún así estaba lleno cuando llegamos (hora para almorzar), y la comida fabulosa. 

 La ida a Sound City Studios, en Van Nuys, fue algo de lo que no me arrepentiré nunca. Mas encima, justo me encuentro con la hija de Tom, Sandy Skeeter, y me invita a entrar a su oficina y a la de su papá. Le gustó los aros que llevaba puestos, a su amiga mi pelo que esta cerca del metro, y los pins que tenía puesto en mi mochila. Conversamos bastante, y me dijo que hablaba bien inglés. Y no fue la única vez que me dijeron eso ultimo, porque también un muchacho que me atendió como en un tienda de ropa y accesorios rockeros o para skaters, me dijo que mi ingles era mejor que su español. Cuando uno escucha algo así, se da cuenta que realmente lo que has aprendido ha valido la pena. Satisfactorio. 

 Si me pongo a contar todas las cosas que me pasaron el LA, uff, serian muchísimas paginas las que tendría que ocupar. Así que terminaré diciendo que me enamoré de LA, a pesar de la lejanía de todo, y la demora de algunos buses, a pesar de todo eso, me gustó, tanto así como para irme a vivir, o irme de intercambio por un tiempo en la UCLA por ejemplo. Sería genial. Y a lo mejor después para ejercer de abogada, quien sabe. 

 Aquí algunas fotos del viaje: http://www.flickr.com/photos/lilymolina/sets/72157641232902144/