viernes, 6 de octubre de 2017

The Rolling Stones – Out of Our Heads (1965)



Una de las bandas más prolíficas de la historia. Con más de 30 discos de estudio y cinco décadas y contando de carrera. Los Rolling Stones fueron la piedra angular del rock británico, junto con Los Beatles por supuesto, en esta invasión británica a Estados Unidos, identificados con la juventud y la contracultura rebelde de los 60’s, un periodo turbulento con la Guerra Fría, que estuvo acompañado de muchos cambios no solo en lo político; con trágicas muertes, como la de JFK o Malcom X, y los movimientos de protesta en contra de la Guerra de Vietnam, sino que también de cambios que involucraban la cultura y la música.
Arraigados en el blues y el incipiente rock and roll, Los Rolling Stones tuvieron un periodo breve de experimentación musical a mediados de los 60’s, como se ve en sus primeros trabajos; con su disco homónimo (1964), 12×5 (1964), The Rolling Stones No. 2 (1965) y en el Out of Our Heads (1965), donde la influencia de Chuck Berry, Little Richard o Buddy Holly era algo explícito, porque no solo habían canciones compuestas por Jagger y Richards, sino que también varios covers de estos músicos idolatrados por los ingleses.
Más adelante vivieron una transición, desde la experimentación del principio hasta la psicodelia vista en Their Satanic Majesties Request (1967). Luego de eso el grupo volvió a sus raíces más bluseras con Beggars Banquet (1968), el cual junto a Let it Bleed (1969), Sticky Fingers (1971) y el icónico Exile on Main St. (1972) fueron parte de un periodo generalmente considerado como la Edad de Oro de los londinenses. Fue después de esos años que se hicieron conocidos como la mejor banda de rock and roll del mundo.
Pero para que eso sucediera era necesario pasar por esa previa experimentación, como también la vivieron Los Beatles. Del A Hard Day’s Night al Magical Mistery Tour pasaron solo tres años pero el cambio conceptual y sonoro es enorme. Lo mismo sucedió con sus compatriotas. Eso también con la ayuda de sus ídolos estadounidenses. Como Elvis Presley o Marvin Gaye. Recién, desde el Aftermath (1966) Los Rolling Stones tuvieron en sus discos todos los temas compuestos por los amigos de infancia Mick Jagger y Keith Richards.
Out of Our Heads fue lanzado a fines de 1965 en el Reino Unido, pero fue el 30 de julio de ese año que estuvo disponible en Estados Unidos, y fue el primer álbum de Los Rolling Stones en ser número 1 en ese país, eso igual por “(I can’t get no) Satisfaction” que lideró los charts en USA. Mientras es este tema el highlight del disco, todas las canciones que son parte del Out of Our Heads son pegajosas, disfrutables, con actitud y geniales desde cualquier punto de vista, y de alguna forma la fuerza del contenido original eclipsa el hecho de que la mitad del álbum sean covers, e incluso a pesar de esos temas que no son propios, son realmente imponentes, donde cada uno recibe la influencia de blues y rock duro clásico de los Stones, convirtiéndose en canciones distintivas del grupo.
Y mientras esto es un enorme paso comercial para el grupo, este disco significa un punto de inflexión creativamente. Sus trabajos anteriores contenían casi puros covers bluseros, y ahora con su cuarto trabajo habían 6 temas originales y el resto tracks más ligadas al soul. Aquí es donde los Stones realmente descubren los componentes esenciales de su estilo.
El primer track es “Mercy Mercy”, el cover de una clásica canción de soul. El álbum abre con un intro de guitarra que no se olvida; simple, corto, pero único y pegajoso. La canción rápidamente se acelera con uno de esos famosos riff de Keith Richards, seguida por una performance vocal de Jagger llena de soul. No es una canción original, pero es una experiencia memorable y una apertura digna para un disco de esta magnitud.
Casi todos los covers de este álbum podrían ser descritas de la misma forma; “Hitch Hike”, segundo track y otro cover de Marvin Gaye, cuenta con un riff principal y un solo de blues. “Good Times” cuenta con un excelente arreglo, completamente diferente a la original. El resto son igualmente buenos, pero lo que hace a este álbum estar sobre los anteriores son sus 6 canciones originales.
“The Last Time”, el primer hit original del disco es excepcional desde el principio. Empieza con un riff vertiginoso y repetido, con un ritmo y un solo brillante. La letra se centra en una relación, con el narrador cansado de la actitud egoísta de su pareja, haciendo cosas que le ha recomendado varias veces no hacer. Jagger responde a esto con una voz melódica en crescendo.
En el lado B está “(I can’t get no) Satisfaction”. El coro es muy The Beatles, pero la similitud solo llega hasta ahí. La mejor comparación, del mismo año es “Like a Rolling Stone” de Bob Dylan, en que ambas canciones encuentran una especie de libertad en la alienación: tienes que identificar el problema antes de que puedas atacarlo catárticamente. Ahí es donde las letras de Jagger se manifiestan como una corriente de consciencia, en la forma en que fluyen de un agravante a otro, realmente llevan la carga. Un himno con un poder de permanencia casi irrisorio.
Con “The Under Assistant West Coast Promotion Man”, se expresa rebeldía, sarcasmo y molestia, con el clásico estilo Stones, lo cual estaba empezando a definirse en este periodo. Musicalmente es muy parecido a “Fannie Mae” de Buster Brown, pero es un aspecto que logra equilibrarse igual con la letra.
El disco contiene una sola balada, “Play with Fire”. Los créditos del tema van a Nanker-Phelge, seudónimo que a veces utilizaban los Stones. Empieza con una línea de guitarra acústica hipnotica y amarga a través de los versos, con golpes de panderos que completan el ánimo. Aunque la voz de Jagger es tranquila y casi lúgubre, la letra en realidad representa bastante ira por la insatisfacción y la diferencia de clases sociales en Inglaterra.
“The Spider and the Fly”, el penúltimo track del álbum, es un tema con influencia country y blues, sobre un cantante en un bar, observado por una fémina. La armonica que suena al principio y al final calzan perfecto, y las letras de Jagger y voz ligeramente aburrida son amenos, aunque no tan profundas como otras temas compuestos por la banda. Después, “One More Try” cierra el disco de una forma rockera, inclinada al blues, específicamente boogie-woogie, con letras optimistas, al más puro estilo britpop sesentero.
Y remontándonos al 2017, recién el año pasado Los Rolling Stones lanzaron nuevo material, “Blue and Lonesome”. La energía que tienen es envidiable; con una discografía cuantiosa y un desplante incombustible durante sus shows. ¿cómo se ha mantenido esta notable resistencia en estos 55 años de carrera? Siempre han estado conectados al rhytm & blues y al soul y han sido capaces de asimilar varios géneros musicales en su propio sonido colectivo. Es imposible pasar de moda así.

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