sábado, 28 de junio de 2014

Ensayo sobre “El Mercader de Venecia”


 (Trabajo de la clase Derecho y Literatura que me valió un 6,6) 

 Después de haber leído la obra de Shakespeare y visto la película basada en la comedia, se pueden rescatar varios aspectos para reflexionar. Uno de ellos, y el principal, el antisemitismo. ¿Y cómo expresan ese sentimiento de desprecio a los judíos? Con Shylock, personaje odioso, usurero, muy rencoroso y vengativo. Con la película basta para darse cuenta de que durante el siglo XVI, y hasta la II Guerra Mundial en verdad, no eran muy queridas las personas que profesaban esa religión, viéndose con más detalle en la comedia el menosprecio hacia Shylock. “Me dan ganas de llamarte otra vez lo mismo (perro), de escupirte de nuevo y de darte también de puntapiés” – Antonio, “…me quedaré con el judío, mi amo, que es una especie de diablo” – Launcelot, “Fuera, fuera, vieja carroña!” – Salanio, “…a un miserable inhumano” – Dux, son algunos calificativos que recibe Shylock en la obra, que dejan muy en claro la opinión que tenía la gente sobre él. Shylock también daba a conocer su malestar contra los cristianos, sobre todo con Antonio, de quien, claramente busca vengarse con la muerte de éste al no cumplir con el pago de la deuda en la fecha que correspondía, odio que se acrecentaba igual al saber que su hija Jessica se casaría con un cristiano. Y como Shakespeare manifiesta no mucho amor hacia los judíos, la idea es dejar con la peor imagen posible al semita, a quien le importaba más sus bienes y dinero que su propia familia, como cuando Jessica se fugó de la casa y llevó consigo dinero y joyas, y a él le preocupaban mas las cosas materiales que la vida de su hija. Hasta en el desenlace del “Mercader de Venecia” se aprecia la enemistad con el judío, cuando en el juicio se logra aclarar lo que se señalaba realmente en la ley, y ya no se refería solo a la libra de carne que tenía que reclamar Shylock, sino que también al requisito que obviamente iba a dejar imposibilitada la ejecución del pagaré, al no permitirse verter ni una gota de sangre, porque de lo contrario, se vería él mismo perjudicado. Aquí uno se logra dar cuenta de la importancia que tiene la literalidad de la ley, ya que a causa de eso, Shylock, por atentar contra la vida de un cristiano (Antonio), perdió su riquezas, bienes que fueron entregados al estado de Venecia como a Antonio, y hasta se volvió al cristianismo. ¿Acaso no imploraba tanto por justicia Shylock? Esa era la justicia, más de la que el judío hubiese deseado.

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